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Comunidad CientoSeis => Literatura => Proyecto Bardha => Mensaje iniciado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:46

Título: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:46
Esta obra está bajo una licencia Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/ o envie una carta a Creative Commons, 171 Second Street, Suite 300, San Francisco, California 94105, USA.

GRAN LIBRO DE AVISHIRA

Bandera
(http://img15.imageshack.us/img15/1279/bandera.png)

Proporciones: 2:1
Simbología:
El dragón no es un dragón cualquiera (en cuyo caso representaría meramente fuerza), sino un dragón enroscado, que es el símbolo del conocimiento de la perdida civilización de Aiubor. Al adoptarlo en su bandera, los avishenios se reclaman herederos de aquella fabulosa cultura. Esto no es una bravuconada, sino algo que están legitimados a hacer derecho de sucesión (más información en la fundación de Avishira).

El rombo granate procede del antiguo reino-ciudad de Kwassantur, que fue el padre directo de Avishira.
El negro de la mitad superior representa la tierra. Esto es así porque los avishenios consideran más apropiado el digno negro que el vulgar marrón para su bandera. Por último, el amarillo bajo el negro representa riqueza.
Esta composición significa que bajo la tierra (negro) dominada por los avishenios guardan su gran fortuna (amarillo).

Historia:
Esta bandera no fue oficial hasta el año 1175 dfA, noventa años desde la fundación del reino. Se atribuye su composición a un historiador emparentado con la familia real, alrededor del 1152. Desde entonces fue ganando popularidad entre los avishenos hasta que el rey Ilantaril la adoptó como bandera oficial del reino, sustituyendo la antigua y poco motivadora bandera de tres franjas verticales negro, blanco y amarillo.

Himno
Este es un estracto del himno:
http://www.noteflight.com/scores/view/c8adcf9608c87faf0af0f74557a7860d4568a18c (http://www.noteflight.com/scores/view/c8adcf9608c87faf0af0f74557a7860d4568a18c)

Historia:
El himno de Avishira es un arreglo hecho por el compositor Tubnili Ushia (exacto, la misma persona que me pasó los relatos) de una canción popular de la región. Estoy trabajando para traducir la letra.

Más música
Música tradicional (http://'http://www.noteflight.com/scores/view/b67b887048759bb083508ccb856ab0f743154ef4')

Geografía

(http://i675.photobucket.com/albums/vv113/Bardha-LdaB/Avishira-Master3.jpg)


Capítulos del Libro
I: Del Origen de Bardha y sus Razas (este post)
II: De las Altas Guerras (http://'http://board.ogame.com.es/thread.php?postid=15993597#post15993597')
III: Relatos de los goganu antiguos (http://'http://board.ogame.com.es/thread.php?postid=16068843#post16068843')

Relatos
I: Un nuevo reino bajo las montañas (http://'http://board.ogame.com.es/index.php?page=Thread&postID=16607745#post16607745')
Anexo: Cronología


Bardha, un mundo rebosante de vida habitado por varias razas. Fesfos danzarines viviendo en las ramas de los árboles, tranquilos e inocentes. Warfos bajo las olas, gobernando reinos en sus palacios de nácar, indiferentes al mundo de arriba. Humanos toscos e ignorantes que se reproducen y pueblan los reinos con su prole. Issfos, alejados de todo en sus islas flotantes, sumidos en la contemplación y autoconvencidos de su propia perfección.
Pero mientras unos y otros danzan, gobiernan, se reproducen, y viven de la autosatisfacción, los pacientes goganu continúan su labor bajo las montañas, observando, siempre observando.

Durante milenios, los sabios de entre los goganu han observado los sucesos acaecidos en la superficie de Bardha y, aún con grandes dificultades, bajo sus océanos. Han llenado cuevas enteras con sus registros. No han dejado de notar cualquier acontecimiento por más nimio que fuera, de anotarlo y de clasificarlo, llevados por un afán de conocimiento inexplicable para otras razas. Los goganu han experimentado con todos los elementos a su disposición. Han arrancado fuego de la roca y agua del metal, y han aprendido a construir artefactos tan intrincados como el funcionamiento mismo del mundo.

Este afán de conocimiento ha sido su fuerza motriz, como lo es la naturaleza para los fesfos, el control para los warfos, la guerra para los humanos y la contemplación para los issfos. Un sabio gogan dijo una vez: "Dadme saber, y moveré Bardha".

Los primeros registros gogan comienzan siglos antes de las Altas Guerras, y tratan de la creación del mundo. Sus fuentes son desconocidas pero no se nota la sombra de la duda en sus delicados trazos, sino la confianza que da un conocimiento categórico. Estos registros comienzan así:

Capítulo I: Del Origen de Bardha y sus razas.
Por Nimidum, el viejo, de Muhenbarat. Año 689 d.f.A

Son dos fuerzas las que rigen el mundo, y cinco los elementos que lo componen. Esta es la primera verdad. Las fuerzas son Quietud y Movimiento, conocidos también como Orden y Caos, Atracción y Repulsión, Amor y Odio. Estas son las fuerzas que mantienen cohesionada la roca, y liviano el aire.

Los elementos son Fuego, Aire, Agua, Tierra y Metal. Fuego, como el que se encuentra en el Sol, transmite la fuerza del Caos y siembra el odio en lo que antes estaba unido. Aire y Agua, elementos esenciales de la vida, necesarios para ésta. Tierra, así es como conocemos la forma desordenada de la misma materia que compone nuestros cuerpos. Metal, en tí encierras el Orden y la fuerza, y por estas cualidades los goganu te apreciamos tanto.
El Inicio de todo está en el fluir constante de las dos fuerzas, cosa que los antiguos dieron en llamar "Motor Cósmico". Desconocemos si el Multiverso existía anteriormente, pero fue con el motor cósmico con lo que adquirió la forma que conocemos actualmente: Un espacio sin límite conocido que alberga materia.

Al principio, la materia estaba desordenada y dispersa, pero la acción de las dos fuerzas le imprimieron movimiento. El fuego atrajo al fuego formando las estrellas. Los otros metales se encontraron formando parte de los planetas y demás cuerpos celestes.

Nuestro mundo, bardha, era uno de esos planetas, que gracias a encontrarse a la distancia adecuada del Sol y de tener una composición determinada, pudo generar vida. El fenómeno del origen de la vida es difícil de comprender aún por los más sabios, aunque todos coinciden en que todo ser viviente participa de los cinco elementos y sufre las dos fuerzas.
La vida creció y se diversificó. Conoció tiempos de fertilidad y tiempos de extinción, pero siempre siguió adelante. Con el tiempo generó cuatro líneas predestinadas a gobernar Bardha. No deja de ser llamativo que los vástagos de las cinco líneas muestren tendencias asociadas a un elemento dado.

De los Issfos, los dragones y los warfos

Los primeros en salir del fango primordial fueron los Issfos. El aire era fuerte en ellos, y su habilidad, que aún no comprendemos, les permitió elevar grandes islas y suspenderlas en los aires, convirtiéndolas en su hogar.

Es difícil hablar de los Issfos, pues son una raza esquiva y es difícil examinar a algún ejemplar. Todo lo que sabemos de ellos es lo que ellos mismos cuentan en sus relatos. Esos relatos hablan de una Bardha de ardiente superficie y de un reino maravilloso elevado por encima de las nubes.
Sus relatos primigenios se dividen en dos partes: "Del terrible pecado, o el surgimiento de los dragones" y "Del noble sacrificio, o el surgimiento de los warfos". El primero narra el episodio adaptado por los goganu como la Dragunaga. En él se cuentan los sucesos acaecidos a Draegur, príncipe de los issfos y padre de la alquimia.

Del terrible pecado, o el surgimiento de los dragones
Los propios cronistas issfos tienen dificultades para datar estos sucesos, que sitúan con no demasiada confianza en un tiempo mil años anterior a la caída de nuestra Aiubor.

Draegur era uno de los más talentosos issfos y, seguramente, uno de los personajes más importantes de la historia. Entre sus aportaciones está la propia escritura, en su forma ideográfica, y el principio de la experimentación de los elementos.
En su experimentación fue también el primero en identificar correctamente los cinco elementos y dejar constancia de sus principales diferencias, aunque a nosotros, los goganu, su estilo nos parece demasiado poético y falto de rigurosidad. Sus estudios avanzaron enormemente, hasta el punto de trastocar su personalidad. Llegó a tratar de utilizar los conocimientos que había adquirido, y comenzó a experimentar con fuego.

Muchos años pasó con sus discípulos, aprendiendo a manejar este elemento. Sólo su extraordinario talento le permitió dominarlo con la misma perfección que su elemento racial, el aire. Pero entonces sobrevino una gran catástrofe para él. Se dice que sufrió una terrible transformación. De su piel brotaron escamas y su boca se convirtió en un hocico humeante. No sabemos con exactitud si fue un castigo dado por sus propios congéneres issfos, o si fue un proceso natural, que demostraría que hay una predestinación racial hacia un solo elemento que no se debe romper.
Draegur fue increpado por sus hermanos. Todos sus discípulos sufrieron su mismo destino, y fueron llamados genéricamente con el nombre de su maestro: "draeguren", que acabó transformándose en "dragón". Convertidos en terribles bestias, se reconocieron culpables de su pecado y se exiliaron de las islas flotantes hacia las montañas del Alba, donde encontraron una cueva lo bastante profunda para tapar su vergüenza. Y allí habitaron por milenios escondidos de los ojos de los demás.

Desde ese momento quedó claro el peligro en dominar varios elementos, y de violar el orden impuesto por la naturaleza.

Del noble sacrificio, o el surgimiento de los warfos
Este suceso está íntimamente relacionado con el anterior, por lo que tradicionalmente se ha establecido que dista apenas un siglo del primero.

La crónica comienza explicando los cambios sucedidos en la superficie de Bardha desde el exilio de Draegur. Narra una bajada de temperatura que hizo la superficie más habitable. Cuenta también un aumento de las lluvias sin parangón e identifica el nacimiento de todos los océanos.

Hace referencia a una de las islas flotantes de los issfos, cuyo nombre se ha perdido, que se encontraba más baja que las otras. Esta isla era gobernada por un issfo llamado Waras, que observaba con preocupación el aumento del nivel de las aguas, provocada por una lluvia que no cesaba.

Las prácticas alquímicas habían sido abandonadas desde el exilio de Draegur, y aún faltarían quinientos años para que fueran retomadas, sin embargo entre los issfos más sabios se llegó a la conclusión de que la magia empleada para mantener las issfoadas flotando era la causante de aquella terrible catástrofe que los amenazaba a todos. Varias islas fueron inundadas, y muchos issfos murieron.
Ante la inminencia del fin, el gobernante Waras propuso una solución. Pidió que le permitieran a él y a sus súbditos sacrificar su condición para salvar a los otros, dejando sumergirse su isla en las profundas aguas, pagando con ello la estabilidad de Bardha. Muchos fueron los que se negaron, señalando que el sacrificio de tan nobles issfos era muy superior a la vida de los otros. No obstante, vieron la determinación en los ojos de Waras y supieron que no podían impedirle llevar a cabo su solución. Fueron trece los nobles issfos que, inspirados por Waras, se unieron a él para sacrificarse junto con sus súbditos.

Las islas de los valientes seguidores de Waras fueron sumergidas, compensando con ello la magia empleada para mantener a las otras y salvando Bardha de la inundación. Pero algo no salió como estaba previsto. La Gran Madre se había apiadado de aquellos valerosos hijos, y escogió un destino diferente. Despojó de su esencia racial a los seguidores de Waras y, en cambio, les infundió el elemento acuático, permitiéndoles vivir. Desde entonces, a los seguidores de Waras se les conoce como Warfos.


De los Fesfos

Tras los sucesos narrados en "El surgimiento de los warfos", surgieron las demás razas que pueblan Bardha. Una vez el nivel del mar se niveló aproximadamente en su valor actual, quedaron al descubierto los dos grandes continentes. Los ríos comenzaron a manar de sus lechos helados en lo alto de las montañas, y alimentaron los primeros bosques. Éstos eran selvas indómitas y profundas, de los que surgió la raza de los fesfos.

Los fesfos son fáciles de clasificar y de cazar, permitiendo esto que nuestro conocimiento de ellos sea elevado. Su piel es una corteza fina, a veces lisa y a veces cubierta de espinas. Estos seres no se alejan mucho del agua ni de los bosques en general. Los fesfos poblaron todos los bosques primitivos, multiplicándose a la vez que se multiplicaba la vegetación que cubría la tierra.
No ha llegado a nuestro conocimiento que antes de nuestros primeros registros hubiera reinos entre los fesfos, ni conocemos su organización social, que suponemos ausente.

La esencia racial de los fesfos es la tierra.

De los Goganu

Sin duda, la Gran Madre deja sus mejores creaciones para el final. Así, los goganu fuimos la última de las razas en surgir. No fueron las estrellas o el Sol los testigos de nuestro nacimiento, como con las otras razas, sino la propia Gran Madre que nos alumbró directamente de su interior, de sus cavernas más profundas.
Junto a nosotros, del mismo tronco común, nacieron otras criaturas menos favorecidas. Entre ellas están los ogros, de gran tamaño y brutalidad sin límite conocido. No ha de considerarse a los ogros como una raza dominadora de Bardha, equiparándolos a los issfos, los warfos, los fesfos o nosotros mismos. No disponen de ninguna capacidad creativa ni racional, por lo que a menudo se los coloca en un nivel intermedio entre alimaña salvaje y criatura inteligente. Conocemos que los ogros son seres solitarios, de gruesa piel como cota de malla y dientes como dagas. Amaestrarlos es muy costoso y difícil, y aún amaestrados son peligrosos si no se saben controlar.

Los goganu primitivos no eran como nosotros. Tradicionalmente distinguimos tres estadios en nuestra evolución. Los goganu de oro, los de plata y los de bronce

La estirpe de oro y la era mítica
Los de oro fueron los precursores. Habitaron unas pocas cuevas y llevaron vidas sencillas e inocentes sin interferir con otras razas. De su época vienen la mayoría de nuestras leyendas y nuestros mitos, como el del origen del Sol: Se cuenta que unos goganu, cansados de la oscuridad, crearon el Sol llevando al cielo gran cantidad de oro reluciente.

La estirpe de plata y la era del saber
Los goganu de oro devinieron en goganu de plata, en los que despertó ese terrible afán de conocimiento que es nuestra marca distintiva. Establecieron el primer reino gogan: Aiubor, a partir del que contamos los años.
Aiubor fue fundado por Aiurat cerca de las montañas del Alba, donde se habían exiliado los dragones. Se cuenta que Aiurat y sus hermanos, aún niños, se perdieron y llegaron hasta la cueva donde dormían las criaturas de fuego y viento, y las despertaron de su sueño de dos milenios. Aiurat reconoció el increíble conocimiento de estas criaturas, y les rogó que le transmitieran todo el saber posible a cambio de todo el oro que extragera en su vida. Los dragones aceptaron a compartir parte del secreto del fuego y algunos más. Así fue como Aiurat adquirió tan grandes conocimientos y fundó Aiubor, un reino sin parangón en belleza y poder.

Se estima que los sabios de Aiubor adquirieron el conocimiento de la alquimia del propio Draegur, que aún vivía ya consumido y viejo. Aiurat es considerado el más grande gogan de todos los tiempos, y entre otras cosas, creó la escritura gogan usada ahora por todos nosotros, basada en una sencilla idea filosófica: Imitar con la pluma lo que se hace con la boca. Se trataba de la primera escritura fonética.

Sin embargo, tanto conocimiento acabó por corromper el alma de los goganu de plata. Se llevaron a cabo atrocidades. Ayoth, un príncipe gogan desheredado por haber cometido adulterio, secuestró un dragón de la cueva y le pervirtió la mente para utilizarlo como arma contra su padre y conquistar el trono. Se produjo una de las pocas guerras civiles entre los gogan, produciendo la caída de Aiubor tan solo trescientos años después de su fundación.

La estirpe de bronce: Era actual
La raza de los goganu se restableció con la última estirpe, la llamada "de bronce". No es por esto más débil ni peor que las anteriores. Únicamente ha perdido el conocimiento alquímico de Aiubor, y ya no vive en la época mítica de la estirpe de oro.
Los nuevos gogan se extendieron por Bardha y encontraron refugio en sus montañas y cordilleras, fundando nuevos reinos de poco esplendor.

Han pasado cuatrocientos años desde la caída de Aiubor. Nosotros, los gogan de bronce, somos los observadores del mundo, los que tratamos de resucitar los antiguos saberes.

FIN DEL EXTRACTO


Este libro fue escrito por Nimidum, el viejo, de Kwassantur, que vivió en dicha ciudad cien años antes del inicio de las Altas Guerras.



PD: Mystik. No hablo más que de un tipo de fesfo, porque los sucesos narrados en "Del origen de Bardha y sus razas" ocurren antes de las Altas Guerras.
No hablo de los humanos por el mismo motivo. Ellos surgieron durante las altas guerras.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:54
Wind Master

Sensacional, Master, no se podía esperar menos de ti. Espero que nos dejes disfrutar de unos cuantos extractos más. (Por que es con "x", ¿no?)

PD: Los Huines (pronunciado Yu-i-nes) nacieron mucho antes, pero Bardha no los vio hasta las Altas Guerras.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:55
Capítulo II: De Las Altas Guerras
Extracto del registro de Nimidum, el jóven, de Muhenbarat. Año 1032 d.f.A

De los reinos goganu antes de las Altas Guerras

Quinientos años separan la caída de Aiubor del inicio de las Altas Guerras. Durante estos quinientos años, los goganu de la nueva estirpe se diseminaron por Bardha. Ocuparon las cuevas de las montañas y, cuando éstas no tenían, las excavaban ellos mismos.
El mundo gogan consistía en unos cuantos clanes, en número desconocido. Estos clanes se establecieron en distintos puntos de Bardha y, con el tiempo, se llamaron a sí mismos con la denominación "reino", intentando alcanzar nominalmente la altura de la perdida Aiubor.

De estos reinos cabe destacar dos. Elyamabor al norte y Muhenyodabor al sureste. Poco conocemos de los clanes goganu que cruzaron el mar para establecerse en el continente oriental.

Elyamabor fue fundado por un gogan portador de la sangre real de Aiubor, de nombre Astabit. Su reino era tan solo un conjunto de clanes: un cobertizo comparado con la gloria de la antigüedad, que sólo contaba con un gran territorio para sacar ventaja a sus vecinos.

Muhenyodabor estaba constituido por clanes libres de baja sangre. Habitaron el cabo sureste del continente occidental hasta el inicio de las Altas Guerras.

Ambos reinos se enzarzaron en absurdas rivalidades por la supremacía gogan. Sus enfrentamientos, sin embargo, nunca desembocaron en guerra, sino en competiciones de varios tipos. Nacieron así los juegos guganaku, alrededor del siglo quinto desde la fundación de Aiubor (segundo desde su caída).

De los Altos Señores

El origen de los Altos Señores es un misterio aún no resuelto por los guganu. Se sabe poco sobre ellos, y aún lo poco que se sabe es suficientemente inquietante. No pertenecen a Bardha, ni fueron originados en ella. Además, cada uno de los Altos Señores responde exclusivamente a una de las fuerzas primordiales descritas originalmente por Aiurat el Sabio: Orden y Caos.

Se desconoce cuánto tiempo estuvieron observando Bardha, aún indecisos de entrar en ella. Hay varios sucesos documentados, como luces suspendidas en el cielo que desaparecen con un estallido, que parecen señalar la presencia de estas entidades en tiempos tan tempranos como el siglo VI desde Aiubor. Sin embargo, la primera vez que se reconoce su intrusión en este mundo es a principios del siglo XIX.

Los Altos Señores bajaron a Bardha y tomaron forma. Sus formas eran, al principio, irreconocibles y extrañas, como seres de muchas patas y ojos o monstruos de barias bocas. Poco a poco, quizás con la experiencia, fueron adquiriendo formas más reconocibles, pasando de monstruos a bestias, de bestias a formas superiores animálicas y, por último, a su aspecto final.

El aspecto final de los Altos Señores es el que les da su nombre. Unas altísimas figuras, muy esbeltas, vestidas con una túnica y una capucha escondiéndoles el rostro. Los Altos Señores que respondían al poder del Orden llevaban una túnica blanca y, opcionalmente una capa de plumas blancas. En cambio, los que se movían con el poder del Caos llevaban túnicas de diversos colores y plumas negras de cuervo.
Los Altos Señores de uno y otro bando fueron recibidos en audiencia por todos los pueblos, desde nuestros clanes hasta las issfoadas. En presencia de jefes tribales y grandes reyes, hicieron exhibición de su poder y deslumbraron las mentes de los simples mortales con una luz que no se podía apagar y un susurro que no cesaba. Y el susurro era la voz inaudible del Alto Señor que había esclavizado su voluntad prometiéndole lo que más ansiaban: Gloria a los Issfos, poder a los warfos, territorio a los fesfos y sabiduría a los gogan.

De ese modo, los Altos Señores reunieron ejércitos de issfos, warfos y fesfos, prestos para comenzar una gran guerra cuyo origen no entendemos. Los goganu, varios metros bajo la tierra que pronto se regaría de sangre, se reunieron en el primer concilio Gogan. Allí, todos los clanes resolvieron aparcar sus diferencias y no entrar en aquella guerra extraña, salvo un clan, el de los oday, que abandonó el concilio para unirse a las fuerzas del Caos.
El patriarca de los oday se llamaba Sabath, y su mente había sido envenenada por las promesas de conocimiento. Puso a su clan a disposición de aquellos Altos Señores, y su naturaleza fue pervertida y maldita desde entonces. Su aspecto físico mutó, la piel se les volvió de un rojo muy oscuro, les creció el vello en el cuerpo y se les alargó el hocico. Se convirtieron en animales, aún provistos de inteligencia, pero no ya de una inteligencia gogan. Fueron llamados Oburu. Los Altos Señores llenaron la cabeza de los Oburu de una sabiduría mística y desconocida en Bardha, una sabiduría que era como una droga y que les esclavizó. Fueron usados en las Altas Guerras como punta de lanza hasta que prácticamente fueron aniquilados.

Durante las primeras batallas, los Altos Señores mostraron un poder sin límites. Ya fueran en posición avanzada de su ejército o en la línea defensiva, un movimiento de su brazo convertía una montaña en un cráter, o provocaba una inundación. La orografía de Bardha cambió durante estas guerras. El origen de su poder está en un elemento nuevo, no conocido por nuestros antepasados, llamado Éter. Durante las guerras, el propio aire estaba ligeramente impregnado de esta sustancia, y los sabios goganu lo aislaron y estudiaron, aunque no lo utilizaron por miedo a su poder.

Del Origen del Hombre

En la época de las primeras Altas Guerras surgió, no se sabe aún si de forma casual o no, una nueva raza en Bardha que fue llamada "Humana". Las criaturas humanos son delgados y de constitución más débil que la nuestra. Su altura es muy homogénea, al contrario que la nuestra, y tienen gran capacidad de reproducción.
Al principio no constituían reinos ni jerarquías. Simplemente se esparcían por Bardha. Las demás razas los vieron como una mano de obra gratis surgida de la nada y los aceptaron como un regalo. Les pusieron un yugo y casi todos los humanos a mediados de las Altas Guerras eran esclavos.

Los propios goganu esclavizamos humanos, pues pese a ser menos robustos y dados al trabajo fatigoso, suponían una descarga de esfuerzo para nosotros.

Los humanos no fueron empleados en las Altas Guerras, pues las demás razas los consideraban débiles. Pero no dejaron de observar la habilidad elemental del hombre, capaz de captar todas las esencias.

De las Altas Guerras

Las Altas Guerras fueron tres, de cerca de un siglo de duración cada una, con dos pequeños armisticios de apenas un par de décadas.

No sabemos la razón de las guerras, como tampoco lo sabe ninguna de las razas que intervinieron. Luchaban porque creían que había que luchar, porque en su mente resonaban los ecos de los Altos Señores.
La primera de las guerras duró ochenta años, y consistió en enfrentamientos únicamente de las razas de cada bando. Al término de los ochenta años, los Altos Señores declararon una tregua, un empate en su sangriento juego, para recomponer sus fuerzas igualmente debilitadas.

En la segunda no sólo lucharon las razas de Bardha. Los propios Altos Señores acudieron a la batalla y usaron su poder levantando montañas de fuego y anegando valles enteros. En esta guerra la misma geografía de Bardha fue alterada.
No se sabe que ningún Alto Señor muriera en las batallas.
Al cabo de noventa años, los Altos Señores declararon otra tregua, igualmente para rehacer sus fuerzas. La tregua duró tan sólo veinte años.

Durante estas dos guerras, los goganu cavamos más hondo para protegernos de la violencia que recorría el mundo. No obstante, muchos de los nuestros murieron sin motivo, ya fuera en terremotos provocados o directamente masacrados por alguno de los bandos, pues no distinguían nuestra neutralidad.

La tercera Alta Guerra fue la más terrible, pues los Altos Señores comenzaron a convocar criaturas y aberraciones de las oscuras dimensiones de que procedían. Una sombra se situó en un bosque, y al cabo de diez días el bosque se había marchitado. Criaturas que el ojo se niega a ver se deslizaban por los campos sembrando la confusión y el caos, y tomaban posesión de cuerpos vivos.

Los goganu, cansados de esta terrible magia que asolaba el mundo, se volvieron a reunir en un concilio, donde decidieron pedir ayuda a las criaturas más poderosas de Bardha, los dragones. Los siguientes hechos están narrados por Bulut, el santo de los goganu, en el registro "De la convocación de los dragones y la liberación de Bardha", donde se refiere a sí mismo en tercera persona.

Convocación de los dragones y la liberación de Bardha

Todos los reyes y patriarcas de los clanes goganu descendieron a las cuevas bajo las montañas del Alba, donde hacía mil años que nadie había entrado. Allí fueron deslumbrados por una inmensa cantidad de oro y piedras preciosas, que llenaban grandes galerías. Sobre sus tesoros milenarios, adquiridos al rey Aiurat, dormían los dragones. Los jerarcas descubrieron huesos goganu en la cueva, y calleron en la cuenta de que sólo podían tratarse de los hermanos de Aiurat: tan terrible era el precio de despertar a aquellas criaturas.
Sin embargo, aceptaron el posible precio y los despertaron. Contaron los hechos sucedidos y el peligro que corría Bardha, pero los dragones se negaron a moverse, recordando a los goganu la gran afrenta: Uno de los suyos había sido raptado en su juventud por el príncipe Ayoth. Aquella afrenta todavía les dolía, y se negaron a ayudar. Los padres del dragon raptado eran Ranith y Mim, discípulo e hija del propio Draegur, y fueron los que más se opusieron a ayudar a Bardha.

Los líderes goganu lloraron de desesperación, y comenzaron a hacer ofrendas cada vez mayores. Primero ofrecieron todo su oro, pero los dragones ya tenían más del que querían. Después, ofrecieron sus reinos, pero a los dragones aquello no les interesaba. Finalmente, ofrecieron sus vidas como compensación por la pérdida del hijo de Ranith y Mim.
Esto satisfizo a los dragones. Desde entonces, hay muchos más huesos bajo las montañas del Alba. Sólo perdonaron la vida del más humilde de los jefes, llamado Bulut, que al regresar a la superficie adquirió un aura de santidad.

Los dragones cumplieron su palabra y salieron a la superficie de Bardha, dispuestos a librarla de la amenaza exterior. Con su poder derrotaron a las bestias invocadas por los Altos Señores.
La guerra se prolongó aún cincuenta años, en los que los Altos Señores perdían batalla tras batalla, hasta que finalmente, Ranith y Mim -considerados por la mayoría como los reyes de los dragones-, apresaron a los líderes de ambos bandos y obligaron a los demás a huir de Bardha.

Las crónicas de otras razas dan información sobre ambos líderes. El comandante del Orden era llamado Larckaan, y a menudo adoptaba la forma de un gran ser alado. El señor absoluto del Caos tenía el nombre de Harkan, y su forma física era la de un caballero envuelto en llamas con una gran corona de hierro. Al ser apresados sus líderes, los Altos Señores de cada bando abandonaron la guerra. Los del Caos huyeron, y los del Orden depusieron las armas y rogaron por la liberación de Larkaan. Los dragones dieron la misión a los del Orden de que abandonaran Bardha y no regresaran, ni permitieran el regreso de los del Caos.

Una vez liberado Bardha, los dragones se llevaron a Larckaan y Harkan a las cuevas en las montañas del Alba, donde nadie más ha vuelto a estar, y nadie sabe qué destino aguardó a esos líderes.

De la Reconstrucción de Bardha tras las Altas Guerras

Bardha quedó yerma tras las Altas Guerras. La población de cada raza había sufrido severamente, y los antiguos reinos habían desaparecido. La grandeza de la antigüedad tardaría en ser recuperada.

De los issfos sabemos que regresaron a sus islas flotantes, altivos y despreocupados del mundo, como siempre. Envolvieron sus issfoadas en una niebla perpétua con la firme intención de no ser encontrados de nuevo por nadie nunca jamás. Si ya antes era difícil encontrar issfos en tierra, ahora resulta prácticamente imposible.
Los warfos regresaron a sus océanos y comenzaron la reconstrucción de sus reinos y de sus familias. Se volvieron una raza huraña y violenta, siendo peligroso adentrarse demasiado en sus dominios, donde provocan grandes remolinos que tragan barcos enteros.
De las razas de Bardha, la que más sufrió tras las guerras fue la de los fesfos, que se vieron en un mundo de naturaleza moribunda. Pocos bosques habían sobrevivido, y aún los más afortunados eran una sombra de los grandes bosques que en tiempos habían cubierto toda Bardha. Sin embargo, de un modo que aún no comprendemos, lograron sobrevivir.
Los humanos, ya liberados, fueron los que más aprovecharon la nueva situación. No perdieron tiempo en adueñarse de grandes zonas del mundo. La voracidad de su expansión provocó el primer Concilio Racial, en el que se delimitaron los dominios de cada raza.

De aquél concilio salió la ordenación actual de Bardha. Los issfos permanecieron en sus islas flotantes. Los warfos reclamaron las profundidades del océano. Los fesfos se adjudicaron los bosques. Los goganu reclamamos todo bajo la tierra. Por último, a los humanos se les dejó poblar el resto. Este acuerdo fue aceptado por todos, y rige hoy la convivencia entre las razas.

Del Éter

Queda por hablar, finalmente, del éter. El nuevo elemento. No lo conocíamos antes de las Altas Guerras, y ahora anda suelto a la espera de alguien lo suficientemente sabio y valiente para utilizarlo. Desconocemos la fuente última de su poder, pero advertimos un gran peligro en él.
No ha tardado en surgir gente que dice ser capaz de controlarlo. La mayoría de ellos son humanos, pero también los hay de otras razas. Suponemos que apenas han empezado a rascar la superficie de los secretos de esta esencia, y deseamos que jamás la comprendan pues, en ese caso, quizás habría que volver a llamar a los dragones.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:55
Wind Master

Muy buena. Aquí te posteo para que continúes.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:56
Estos relatos han sido traducidos al lenguaje de este Multiverso. En su forma original, eran historias que se representaban en escenarios o se recitaban, no se leían de los libros, pues son anteriores a la escritura.

Siglos después de los hechos que narran, fueron recopilados por un gogan llamado Tubnili, un avishenio amigo mío, que ha accedido a enviármelos. Lamentablemente, en el paso a este multiverso los relatos se desbarataron, de modo que ahora sólo puedo presentarlos desordenados.
Sólo he podido identificar el primero:


Capítulo III: Relatos de los goganu antiguos


Relato 1: Bardhaga (La historia de Bardha)

En todos los pueblos gogan se dice que, hace mucho tiempo,
antes del llanto del primer niño,
antes del corretear del primer animal por los montes,
antes de que el primer árbol echase raíces en una tierra entonces vacía,
antes del nacimiento de los ríos en sus cunas heladas, y del trazado de sus cursos serpenteantes buscando los niveles más bajos para desembocar en el mar,
antes del surgimiento de las montañas del interior de Bardha, de la congelación de sus cumbres de las que nacen los ríos, de la formación de humus que alimenta su flora, y de la perforación de sus cavernas,
antes de que los continentes emergieran de los océanos y dieran forma a Bardha,
antes de que la Luna comenzara su camino en el amplio cielo, de que el Sol brillara y calentara y las estrellas quedasen fijas en el techo negro de la noche... había un relojero.

El relojero estaba intentando construir un ingenio equiparable a sí mismo. Para ello, primero creó la materia y el tiempo. Las chispas que saltaron durante la invención inundaron el espacio y comenzaron a brillar convirtiéndose en estrellas, iluminando por primera vez la materia creada. Creó un lugar con forma de disco para habitar en el sencillo Universo que acababa de crear. Miró a su alrededor y dio nombre a los puntos cardinales. Para medir el tiempo, colocó un orbe luminoso y lo hizo girar alrededor del disco, de forma que la aguja se movía respecto a él. Llamó ciclo al tiempo que el orbe tardaba en dar una vuelta completa.

Luego probó creando unos autómatas pequeños y sencillos. En su simplicidad, no resistían el paso del tiempo, por lo que el relojero les dio el don de multiplicarse. Además, necesitaban regenerarse constantemente comiendo materia nueva, de modo que hizo que el suelo del disco fuera fértil y de él crecieran espontáneamente frutos, y creó seres que vivieran de esos frutos, engordaran, y sirvieran de alimento. Ante tal milagro, las criaturas le miraron como a un padre y le siguieron. El relojero se enterneció y los adoptó como a hijos.
Más adelante fue logrando mejores automatismos, a cada cuál más potente. Estos nuevos seres fueron llamados durban. Eran resistentes al tiempo, por lo que no podían multiplicarse, y no necesitaban regenerarse comiendo. A los durban les encomendó la protección y guía de los que consideraba sus hijos.

Los durban, al principio, no tenían nombre y eran todos iguales. Pero con el tiempo fueron obteniendo personalidad propia. El primero de ellos se hizo llamar Yanan, y su misión era intervenir en los conflictos de los "hijos" y repartir justicia. Otro, llamado Wasmut, creó otro orbe en el cielo para contar los meses. Hubo muchos otros, que vivían congraciados con el relojero y con sus hijos.

Al cabo de muchos ciclos, el relojero se encerró en su taller, en el centro del disco, dejando solas a sus criaturas y prohibiéndoles entrar bajo ningún concepto. Los durban siguieron cuidando de los hijos durante mucho tiempo, hasta que la desconfianza mútua comenzó a crecer entre ellos y a separarlos. Entonces, cada durban se encargó del cuidado de un grupo exclusivo de hijos, y poco a poco fueron alejándose entre sí, viéndose cada vez a intervalos más largos hasta que esos intervalos se convirtieron en siglos.

La mayoría de los hijos se habían olvidado ya del relojero, y vivían felices dirigidos por su particular durban protector. Mas los durban no olvidaban, en su cualidad de seres inmortales, y cada vez se entristecían más por el abandono al que les había sometido el relojero. Llamaban a su puerta, y él no abría, sólo oían mucho ruido y salía olor a humo. Estaban asustados, creían que habían perdido el favor del relojero, y el temor se tradujo en tensiones entre ellos hasta que uno cometió un terrible error.
Se llamaba Maikadar, y era el siguiente a Yanan en antigüedad. Maikadar estaba demasiado asustado, y en la soledad de su pequeño recino en el disco, desarrolló extraños miedos a sus hermanos. Se sentía perdido sin un guía, y el miedo le llevó a hacer lo que hizo. Un día reunió a los hijos que había tomado bajo su protección, y les transmitió sus temores con respecto a los otros durban y el peligro de que se aliasen entre sí para expulsarles del disco.

Esta posibilidad encolerizó a los hijos guiados por Maikadar, que crearon las primeras armas y avanzaron contra sus hermanos. El disco fue manchado de sangre por primera vez. Los otros durban reaccionaron de modos distintos. Unos, como Maikadar, también habían desarrollado miedo, y no dudaron en armar a sus protegidos. Otros, como Yanan, quedaron perplejos por el descontrol de la situación, y trataron de imponer la paz sin armar a sus pueblos.

Debido a toda la sangre vertida, y al nacimiento de todos los odios y rencores, la superficie del disco, otrora fértil y generosa, se volvió oscura, y los frutos comenzaron a escasear y a brotar oscuros, pequeños y raquíticos. Las criaturas terrestres se volvieron feroces y comenzaron a atacar a los hijos. Esto aumentó la guerra, esta vez por los recursos, entre los puebos guiados por los durban.

Uno de los durban, llamado Aiur, reunió el coraje suficiente para entrar en el taller del relojero. Al abrirla, notó un calor inmenso y vio un montón de fuego. Sin embargo, entró y cerró la puerta tras él, de modo que los demás no vieron nada. Al cabo de bastante tiempo aún no había salido, y todos le dieron por muerto y huyeron. Muchos renegaron, entonces, del relojero y abandonaron a los hijos para irse a vivir entre las estrellas.

Yanan y otros seis, los más sabios de entre su raza, resolvieron evitar todas las guerras haciendo uso de sus poderes. Uran alzó su báculo y el agua comenzó a manar del suelo, bañando rápidamente extensas zonas del disco que servirían para detener los ejércitos enemigos. No obstante, éstos aprendiero a construir barcos y navegar por las aguas peligrosas para continuar sus guerras. Entonces, Feran levantó su mano, y extensas murallas de tierra se elevaron rodeando el disco y dividiéndolo en zonas separadas. Esto no detuvo la violencia. Las facciones aprendieron a atravesar grandes montañas construyendo pasadizos en su interior, y continuar así, su lucha.

Entonces, los durban sabios trataron de detener a sus advenerizos hermanos, yendo a hablar con ellos. Pero como quiera que no atendían a razones, intentaron inmovilizarlos. Finalmente, creyeron que su deber era detener el conflicto aunque tuvieran que matar a los durban, puesto que la misión que se les había impuesto era defender a los hijos. Fue Yanan el único lo bastante seguro de sí mismo para prepararse para semejante tarea. Forjó a tal efecto el único arma capaz de derrotar a otro durban, la lanza que lleva su nombre, y fue a enfrentarse contra Maikadar.

Ya estaba frente a él, preparado para asestarle el golpe final, cuando oyó una voz conocida que llamaba a todos los durban desde el centro del disco. Se estableció un armisticio y todos acudieron. Asombrados, reconocieron a Aiur ante el taller, con su aspecto de siempre, pidiéndoles que dejaran de luchar, pues su padre había vuelto con ellos.
En efecto, tras Aiur, la puerta del taller se abrió y de ella salió el propio relojero con aspecto sumamente apenado, disculpándose ante todos por su tardanza, explicando que su tarea le había llevado más tiempo del que había esperado pero que, al fin, estaba concluida. Alzó las manos, y el disco entero comenzó a darse la vuelta. La oscuridad de la noche dio paso a la claridad del día. Allí vieron lo que había estado haciendo el relojero muy lejos bajo el disco todo aquel tiempo. Vieron un mundo azul con océanos y ríos, y también verde, rebosante de vegetación y vida, en el que nunca faltaría nada...

-¿Es eso el mundo que habitamos?- preguntó el niño
-No- respondió su abuelo-. Aquello será el paraíso. Aún estamos en el disco, esperando a que el relojero salga de su taller.


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PD: En goganu awisa, "Aiur" significa esperanza.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:57
Wind Master

El relojero, me gusta.

¡Vamos a por el siguiente!
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:57
CasaRadamanto

Ageof, que no te había dicho nada aún, pero está increíble. Me encanta todo el hilo, que lo sepas. De hecho, como territorio vecino de Beloria, le he prestado especial atención. Ya te propondré algún proyecto común, si te parece, para darle más coherencia a toda esta parte occidental de Bardha e ir creando hilos de unión, pues en mi territorio también habrá goganu y me gustaría consensuarlo con el experto ;) De momento... ¡Sigue con ello!

Mis felicitaciones.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:57
Gracias por los ánimos, Wind y CasaRadamanto.

Jo. La gente se pasa a ver la bandera, y no comenta el relato ;(
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:58
Reactive

Anda, menos quejarse y más seguir escribiendo. Por cierto, la música es increíble. En serio. Tendré que probarlo.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:58
arkantos_elgrande 

Genial tío, muy buena, sobre todo la parte 2, donde se cuenta toda la historia de bardha, las Altas guerra y los Altos Señores me ha encantado. De verdad que deja las cosas bastante más claras, se ve que los gonagu son gente del saber, que han dedicado su vida a recoger datos, de verdad muy bien, creo que esta cosmología viene de perlas.

Lo del relojero ha quedado muy chulo, vendría a ser la Diosa Madre Tierra que adoran los Ainaru de Khram... jeje, muy bien, sigelo.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:58
reactive

Ya te lo dije en su momento: la historia de Bardha perfecta y extensamente contada desde el punto de vista Goganu (y resalto esto, que está muy marcado y muy conseguido). Sin duda una recopilación de información ordenadita, clara y concisa además de fácil de leer a la que referirse cuando haya dudas.

A ver si empiezas ya con Avishira, que sé que tienes ideas por ahí dando vueltas, aunque sea sólo de su historia.
Ah, y a ver si te pillo y concreto ciertas cosillas sobre las colonias que me interesaría saber. Buen verano, compañero. ;)

Pd. Ni que decir tiene que el himno y el relato del relojero me encantan, más el segundo que el primero. Lamento no poder decir lo mismo de la bandera :P pero es que el amarillo y el negro por separado ya no me gustan, y juntos no mejora. xD Aún así, muy currado y al que tiene que gustarle es a ti, no a mí. ;)
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:59
Avishira tiene muchas cosas. Dadme tiempo para escribir correctamente sus relatos, que van camino de ser muchos, pues hay mucho que contar y que ya tengo en la cabeza. No obstante, debo ir despacio para conseguir un buen resultado.
Así, mientras escribo, os dejo con una recopilación de nombres goganu, por si os interesa incluir algún goganu en vuestros relatos, para que sepáis cómo es más coherente que se llame, según de dónde viene y su estrato social:


Goganu hay muchos.
Según de dónde sea el goganu su nombre puede diferir bastante.
También depende de la fecha. No son iguales los nombres de Aiubor (700 antes del inicio de las Altas Guerras) que los de la unificación avishenia (200 después del fin de las altas guerras).

Las palabras de los goganu están restringidas por dos elementos fonéticos: Su escaso número de vocales (tres, 'a', 'i' y 'u') y sus pequeñas sílabas de dos elementos (CV, donde la 'C' es opcional). Las diferentes culturas de los goganu han innovado en ambos aspectos de modos muy distintos.

En Aiubor (el reino mítico, el reino de Cristal, el reino perdido, el reino fundacional, etc, recibe muchos nombres), los nombres se restringían a una lista de sílabas (C)V con una C opcional al final (generalmente 't', que convierte en participio un verbo). Un nombre de la extensión de "Ikiramasiriat" era común.
En Avishenio unificado (formalizado el año 200 después del fin de las Altas guerras, que es aproximadamente el 160 desde la fundación de Avishira y el 1220 desde la fundación de Aiubor), se admiten sílabas (C)V*(C). Los nombres no tienden a ser tan largos como antes, contando generalmente con de dos a cuatro sílabas.


Goganu occidentales
goganu del sur (zona de Muhenyodabor: Salethzira + Los Dientes)
Esta zona está fuertemente dividida entre nobleza y plebe. La nobleza, procedente de Aiubor, no utiliza ni 'e' ni 'o' en sus nombres (pues son fonemas que no existían en su reino). Usan nombres generalmente largos, terminados en 'at', 'ami' o 'umi' para hombres, y en 'ai', 'ii', 'ia' para mujeres. Si quieres saber más sobre la fonología me avisas.
Hombres: Nibaisat, Daurataumi, Kirisunumi...
Mujeres: Irirai, Sidimalii, Bindaraia...

Si hablamos de la parte baja de la sociedad, sus nombres tienen dos formas, una culta (aiubalizada) y una vulgar (que suele unir sílabas perdiendo vocales), en la que los nombres suelen terminar en 'adsh', 'ash', 'udsh', 'un' para hombres y 'ij' (pronúnciese como 'iy'), 'a', 'st' para mujeres. Expongo la forma culta seguida de la vulgar entre paréntesis:
Hombres: Turumut (Turmudsh), Izanibiurat (isamburadsh)...
Mujeres: Haranubii (Harambij), Niumistai (Niunist, o Niunsté)...

(Pese a que la vocal 'e' no está reconocida en su fonología, cuando un nombre femenino termina en 'ai', suele convertirse en 'e' tónica, aunque sólo en registro coloquial).

goganu del norte (zona de la antigua Elyamabor: Avishira + Erenie + norte de Beloria)
Fonéticamente esta zona ha sido más creativa en cuanto a vocales que en cuanto a consonantes (al contrario que el sur). Por ello, usan más frecuentemente la 'e' y la 'o', e incluso tienen una 'w'. Esta zona es menos clasista que el sur, y todos pueden tener más o menos los mismos nombres. Los de los hombres suelen terminar en 'as, 'am', 'ut' o 'um', y los de las mujeres en 'ia', 'e' (átona), 'oi':
Hombres: Wikiradas, Osivum, Itamberut...
Mujeres: Urienasia, Jinavisoi, Dadele...

goganu del centro
Aquí estamos hablando de unas zonas muy extensas y poco cohesionadas en cuanto a su cultura, pues se extienden desde el sur de Beloria por el suroeste hasta Avadur en el noreste. Fonéticamente son mucho más acortativos que sus vecinos de norte y sur, teniendo sus nombres una o dos sílabas. En cuanto a la forma de las sílabas, éstas son mucho más libres que en otras regiones, encontrando normalmente sílabas del tipo CVCC, o CCVCC.
Los nombres de hombre y de mujer no difieren sustancialmente para estos goganu.
Nombres: Manks, Usk, Ziaft, Tsinktuk...


Goganu orientales
Me tendría que poner en contacto con Khalanos.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:59
Wind_master

No puedo creerlo, ¿vas a desarrollar la lengua goganu?
De momento, la gramática de los nombres es tan compleja que parece "de verdad". Sin duda, esto enriquecerá mucho a tu raza, Master.

Te insto para que sigas.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 19:59
khalanos

Si desarrollas la lengua goganu es posible que me sirva asi que si lo necesito te pedire permiso y me hare algún dialecto
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 20:00
freedom fighter 

8o 8o 8o

Sensacional e importantísimo aporte a Bardha, desde mi humilde opinión. Los primeros capítulos son una referencia para todas las demás razas y explicas cosas muy interesantes. Me gusta la ambientación de los goganu.

Ahora bien, el aspecto de crear una lengua goganu son ya grandes palabras. No es por ser "criticón", pero para mí crear una lengua con coherencia, con normas y con dialectos es una árdua tarea, pero que si sale bien enriquecerá mucho a los goganu. Así que si quieres desarrollar una lengua (yo no sería capaz creo xD) te animo a que lo hagas.

A ver cuando nos deleitas con el siguiente tomo xD
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 20:00
_Nekane_

Con permiso... TREMENDO trabajo Master ;)
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 20:02
Introducción al Estudio de la Institución Nobiliaria de los Goganu Occidentales desde la época Dorada Tardía hasta el Siglo Rupturista
Por Wiktesan, conde de Silkiri. Año 720 d.f.A


Orígenes de la Nobleza Occidental



El mundo de la nobleza goganu occidental es muy rico y complejo, pues ha variado enormemente con el paso de los siglos. Han nacido y muerto varios títulos y órdenes, y las características nobiliares han invadido nuevas zonas o han quedado anquilosadas atrapadas en pequeños valles. Este no pretende ser un tratado de investigación sobre la nobleza goganu, tarea que está más allá del alcance de este estudio, sino un trabajo introductorio sobre dicha realidad.



Como el de los goganu, el origen de la Institución Nobiliaria es difícil de establecer con claridad, cabiendo muchas interpretaciones posibles e, incluso, argumentos teológicos. Hay dos hipótesis principales que responden a las dos hipótesis del origen de los goganu mayoritariamente aceptadas.

La hipótesis apriorística, que forma parte de la teoría teleológica de la historia del relojero, asegura que la nobleza es una Institución a priori de la raza de los goganu, que existió entre ellos nada más ser creados en el taller de motor cósmico. Así, la organización de la nobleza habría sido originada con un sólo título, el de Emperador de todos los goganu, detentado por el primero de ellos, Iridum. Sólo cuando Iridum murió se crearían títulos de menor valor, pues debieron repartirse entre más personas. Así, los títulos más antiguos serían los más valiosos y poderosos, y los nuevos serían sólo degeneración.

La hipótesis a posteriori, ligada a la teoría mecanicista, otorga el sentido contrario. Al principio habría un período donde había goganu, pero no existía la nobleza. A partir de entonces, los miembros más sobresalientes de la sociedad eran identificados mediante un título. La posesión de tierras también constituyó una forma de destacar en la sociedad primitiva, de modo que cuantas más tierras se poseían, más afamado y digno era el poseedor.



Sobre los nombres exactos de los títulos y su valor antes de la época dorada tardía (desde el 100 a.f.A hasta el 0 f.A en Aiubor, y desde el 250 a.f.A hasta el 300 d.f.A en el continente occidental), pues no se han encontrado registros escritos de aquellas épocas, que permanecen en la noche de la historia. Por tanto, este estudio comienza con el inicio de la época dorada tardía.



Introducción a la época dorada tardía



Se conoce como Época Dorada Tardía de los goganu de toda Bardha como un determinado estado dentro de la evolución de la comunicación escrita y, por tanto, de la capacidad de almacenar conocimiento de las sociedades goganu primitivas. Se enmarca, un tanto injustamente, dentro de la llamada Época Dorada, que es aquella en la que los goganu no escribían con sus propias herramientas simbólicas.



La época dorada en general tiene su inicio en el tiempo en que se datan las primeras manifestaciones de sociedades goganu sobre Bardha, es decir, el siglo séptimo antes de la fundación de Aiubor. Esta época está dividida en tres partes, de los que el tercero es el período tardío, el primero en el que los goganu utilizan la escritura.

La escritura de los goganu de la época que estamos tratando les debió de haber sido transmitida por los issfos, aunque no se tiene constancia de ello, pues utilizaban los mismos símbolos ideográficos que ellos empleaban. Estos símbolos, no obstante, no estaban pensados para una lengua goganu, y era ineficaz para expresar adecuadamente las ideas.



Nobleza del período dorado tardío



No obstante su tosquedad, gracias a los registros ideográficos de aquel período se tiene prueba documental de la organización nobiliaria, ya presente, de los goganu. La organización nobiliar comprendía cinco títulos ligados a poder territorial, dos ligados exclusivamente a estructuras religiosas, y otros tres de difícil clasificación.

Sobre los títulos territoriales cabe destacar que su importancia no venía definida por la extensión del terreno controlado, sino por la elevación o multiplicidad de sus elevaciones geográficas.



Títulos territoriales, todos ellos de carácter hereditario. De menor a mayor poder:

· Rubugasi: El control de una hondonada confería el derecho a la ostentación de este título.

· Sakakkiribi: Se concedía a quien controlaba una loma.

· Kkiriu: Equivalente a 'conde' para otras razas. Kiri significaba colina.

· Mabakiu: Se obtenía con el control de un cerro.

· Dainusau: Se daba a quien controlaba una montaña. Al principio, podría ser usado como "rey".



Títulos clericales. No eran hereditarios. De menor a mayor poder:

· Kkaunii: Santón. Se trata de un título menor de trato deferente a quien abandona su estilo de vida para ocuparse de sus semejantes.

· Aiumata: Se concedía a quien obraba milagros. Equivaldría a Santo, pero era un título que se podía disfrutar en vida.



Otros títulos:

· Tairaisukiu: Se concedía a quien sobresalía en algún aspecto de sus semejantes, quizás como pensador o por haber salvado la vida de mucha gente. Inicialmente no era hereditario.

· Ariurada: Escriba. Con la dificultad de aprendizaje de los símbolos ideográficos de los issfos, un escriba estaba tan valorado que incluso se le concedía este pequeño título.

· Kiu: El "kiu" era el goganu más sabio de una región, cuyo juicio se consideraba siempre correcto.



Cabe destacar un hecho interesante. Esta organización, presente en aquella época en oriente y occidente, tenía una particularidad en el Corazón del Mundo, más allá del continente oriental. Ese lugar, en cuyas montañas se resguardaban los dragones, y que sería cuna de la civilización de Aiubor, carecía de títulos clericales. Puede que esto se deba en parte al hecho de que en el Corazón del Mundo, los goganu no conocían la historia del Relojero.



El período dorado tardío abarca más de medio milenio en oriente y occidente. En ese tiempo, esta organización sufrió cambios y se volvió más compleja. Es a partir de aquí cuando este estudio se centra en occidente.

Si bien la organización mostrada podía ser suficiente para los clanes pequeños de principios del período dorado tardío, pronto se mostró insuficiente para aplicarse a otro fenómeno de esta época: El surgimiento de reinos goganu de varias montañas.



El nombre del primer reino que abarcaba más de una montaña se escribía con los ideogramas de "Boca" y "montaña". Su pronunciación verdadera es difícil de averiguar, pues no sobrevivió a un período de escritura fonética, ni nadie consideró oportuno escribir sobre la historia del continente occidental y de dicho reino. El goganu que gobernó "Boca-Montaña" se vio en la dificultad de escoger un título apropiado para él. La distinción más alta de los goganu era Dainusau, que se restringía a una sola montaña. De ese modo se creó el título de "Dainusau-baraku", que hacía referencia a una multiplicidad de Dainusau.

Este título perdió popularidad en reinos posteriores, y fue sustituido por "Bauranusau", que aprovechaba la palabra Baura, "tierra", y la terminación de los títulos territoriales superiores.



En aquella época se fundó la sociedad de los "hijos de Yanan", los yanan-duma. Aceptaron los relatos de la historia del Relojero como verídicos y dedicaban sus vidas al estudio de aquel relato. Surgieron entre ellos varias órdenes que, a su vez, estaban organizadas con jerarquías cuyos más altos miembros se consideraban pertenecientes a la nobleza:

· Orden de los Daisama (observadores). Estaban liderados por el consejo de ausura (iguales), que constaba de siete miembros.

· Orden de los Aukasima (ejecutores). Estaban liderados por un solo miembro, que recibía el nombre de Ai Aukasidau.



Obsérvese que en el territorio de un noble no había más que ese noble, pues la elevación que le daba derecho a ese título no se podía "subdividir", como sí se puede hacer con superficies de terreno llano, en elevaciones menores constituyentes. Donde había una montaña, había un Dainusau, y no había más nobles.

Cuando aparecieron los primeros reinos de varias montañas esto se mantuvo, al menos al principio. Sólo con la invasión de títulos aiuborinos, en el siglo cuarto, comienza una transformación de este esquema en occidente.



Nobleza de la época de plata: Aiubor



Cuando Aiurat fundó el reino de Aiubor creó una nueva serie de títulos, determinados por la posición de su poseedor en el nuevo gobierno. Así, la organización nobiliaria en Aiubor está muy influida por su propia historia.



Al principio Aiurat estaba solo, y creó su propio título: Aiurat. Más adelante, cuando su reino comenzó a formarse, se desposó con una goganu llamada Nausai, para la que creó otro título con el mismo nombre que ella.

Los títulos que creó después, que reciben el nombre de Aiurat-shimus, se exponen a continuación:

· Nukundau: Primer Consejero. Este título fue poseído tan solo por siete personas en la historia, pues los requisitos implicaban una gran sabiduría y falta de intenciones ajenas al bien público. Como la intención de obtener dicho título se consideraba egoísta y, por tanto, ajena al bien público, la concesión del Nukundau-bi sólo se podía hacer a quien en principio no lo deseaba. De este hecho viene el dicho goganu: La confianza no se pide, se gana (* N del T: Nukundau significa "Hombre de confianza").

· Riusaigadai: Consejero. En principio el Consejo (Riusaiburi) estaba formado por doce Riusaigadai, además del Nukundau. Este número fue variando conforme cambiaban los monarcas. En tiempos de Kirumata, el consejo pasó a contar con cuarenta Riusaigadai. Algunos reyes no alteraron la composición del Riusaiburi, mientras que otros, como Turayan el longevo, la alteraron en más de diez ocasiones, llegando a eliminarlo durante un breve lapso de dos años (178 a 180 d.f.A), que fueron recordados con el nombre de bienio de ceguera judicial.

· Sauvidaubi: Delegados provinciales.



Tras el gobierno de Aiurat, y tras los convulsos años conocidos como "época turbulenta" (98 a 111 d.f.A), se estableció una separación de poderes. Se tomó el antiguo título de "Kiu" y lo convirtió en el de:

· Arconte. El nombre goganu de este título es "Ukiunii", pero se conoce mejor fuera de círculos goganu como "Arconte". Un arconte era el que creaba la ley. De hecho, era la segunda autoridad en Aiubor en materia legislativa.

Más tarde se creó un título especial para las máximas autoridades de entre los jueces:

· Ubikal. Había en cada momento tres Ubikal. Eran los jueces supremos, y su criterio debía ser unánime para cuestiones de gran importancia.



La élite de la sociedad intelectual de Aiubor giraba en torno a su Academia, que por sí misma era una de las instituciones más importantes del reino. No es de extrañar, por tanto, que parte de las estructuras que nacieron de la Academia acabaran por trascender fuera de la misma. Fue esta institución la primera en generar las Órdenes intelectuales, de las que las más importantes fueron:

· Aisidarui: Fue la primera Orden,, fundada en 101 d.f.A. para preservar los conocimientos adquiridos. Su máxima era: "Que ningún conocimiento se olvide. Que lo que hicimos ayer, hoy lo podamos repetir". Tuvo gran influencia en el gobierno. Su mensaje tuvo tanto éxito que originó la creación de los primeros Archivos goganu.

· Drag-matui: Fue una desviación de la anterior, que puso el acento en la innovación más que en la conservación del saber. Su lema era: "Hagamos mañana lo que no podemos hacer hoy". Fue influenciada por la historia de los dragones, que se convirtió en referencia romántica para la orden. A partir de su fundación en 132 d.f.A tuvo muchos seguidores, pero poco a poco fue decayendo dados los experimentos peligrosos que llevaban a cabo, rayando muchas veces la legalidad. Fue oficialmente disuelta en 220 d.f.A.. Le sobrevivió un grupo radical que se hicieron llamar "Drag-matui negros" que estudiaban y experimentaban al margen de la ley.



Asimismo, se crearon títulos para los líderes de las susodichas órdenes. Algunos de ellos pasaron a ser considerados títulos nobiliarios con el tiempo, llegando a desligarse totalmente de su origen académico:

· Bikadain: "Cabeza" de la orden. Su poder variaba según la orden de que se tratase.

· Aukaridain: "Brazo" de la orden. Representante de la orden ante diversas Instituciones. Con el tiempo, pasó a cumplir las funciones de un embajador.



Aiubor continuo su declive hasta 316, cuando fue totalmente destruido por el traidor. No obstante, esa fecha no marcó el final de los nuevos títulos. Muchos sobrevivieron a la devastación y huyeron del Corazón del Mundo. Quiso la suerte que llegaran al continente occidental, que en aquella época todavía usaba signos ideográficos y estaba cientos de años atrasado. Entre los supervivientes de Aiubor se contaban muchos nobles y líderes de órdenes. No tardaron en dominar a sus primitivos congéneres de occidente y restaurar la organización nobiliaria del reino perdido. No eliminaron, sin embargo, los títulos eclesiásticos.



Época de Bronce Occidental



Se considera que comienza esta época cuando llegan a occidente los supervivientes de Aiubor, que traen consigo fragmentos del conocimiento del reino perdido. Los "invasores" se situaron a sí mismos por encima de los nativos occidentales como amos y señores de la tierra. No obstante, al ser muy poco numerosos tan sólo pudieron habitar coherentemente la zona sureste del continente.

Los supervivientes crearon para definirse una categoría especial, llamada "Iridava", que con el tiempo ha acabado por designar genéricamente a los nobles de los goganu, puesto que un iridava (es decir, un superviviente o descendiente puro de supervivientes de Aiubor) se ponía por encima de todos los que no eran iridava, hasta el punto de poder arrebatarles sus propiedades. La sociedad del sureste pasó a estar claramente dividida entre iridava y su contrario, los ausudava (inferiores).



Algunas características de la nueva sociedad del sur fue adquirida inmediatamente por el resto del continente, como el título de los arcontes, así como la creación de los archivos goganu. Fue en 351 d.f.A. Cuando se dispuso que los archivos principales serían custodiados por cuatro guardianes y tendrían a un arconte como responsable.



Coincidiendo con la llegada de los supervivientes de aiubor aconteció un nuevo cambio en la nobleza territorial. En los reinos grandes, de varias montañas, los reyes comenzaron a emitir títulos nobiliarios (generalmente mediante la venta o subasta, aunque también por otros motivos) hasta el nivel de Kkiri, reservando Mabakiu y Dainusau para familiares.


Durante cerca de tres siglos la nobleza permaneció con la misma constitución, hasta el conocido como siglo rupturista (desde 600 hasta 700).



Siglo Rupturista



Este fue un siglo muy importante en todas las facetas de la sociedad goganu occidental, pues trajo consigo grandes cambios. Durante los trescientos años anteriores, la sociedad había permanecido estancada. Esa situación llevó a la sensación general de estancamiento, cuyo resultado fue un movimiento renovador que intentó imponerse, algunas veces pacíficamente y otras mediante la fuerza.

Las consecuencias más apreciables de este movimiento fue el fin de los grandes reinos de Occidente. Durante un período de doscientos cincuenta años tan sólo hubo dos reinos importantes en el continente. Al final del siglo rupturista ambos reinos se habían descompuesto en otros muchos.

Pero son otras consecuencias las relevantes para este estudio. El intento renovador no dejó nada sin alterar, ni siquiera la nobleza.



El movimiento trajo consecuencias muy dispares según el territorio. En algunos reinos se abolió directamente la nobleza (como en Witbor), mientras que en otros no se alteró en absoluto (como en Uyukbarat y Muhenbarat), pasando por otros muchos reinos que alteraron significativamente la nobleza, creando nuevos títulos y eliminando otros.



Esta etapa es demasiado difícil de plasmar, dada la multitud de elementos y rápidos cambios en cortos periodos de tiempo. No obstante, se expondrán algunos de los hechos más significativos.

· Muchos de los Kkaunii pasaron a ser considerados líderes de la intelectualidad renovadora. Por su popularidad se crearon algunos títulos alternativos para ellos, como Daudau.

· En el suroeste desaparecieron los títulos clericales, debido a la persecución de los seguidores del culto del relojero.

· En Witbor se crearon nuevos títulos para designar a los directores de la Central de Inteligencia de Witbor, un organismo cuyo fin último es la acumulación de información política, aún por medios poco elegantes como el espionaje.





Como se ha visto hasta aquí, la Institución Nobiliaria es compleja en el entorno goganu y difícil de aprehender sin una adecuada investigación. Los movimientos poblacionales determinaron el curso de la nobleza en varias ocasiones.

La intención de este estudio consistía en dar una visión general de la nobleza a lo largo de la historia, por lo que muchos hechos importantes, pero demasiado específicos, no han podido ser tratados. Para una información más rigurosa es necesario examinar tratados de épocas y lugares específicos.




*********************

PD: Sobre la lengua. Efectivamente, tengo la posibilidad de crear una lengua coherente, pues todos los términos que he utilizado los tengo guardados, así como cualquier aclaración gramatical que haya proporcionado. Sin embargo, aún no me he planteado llevarlo a cabo, pese que ya sé cuáles serían las características esenciales de esos lenguajes.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 20:12
Khram Cuervo Errante

Un trabajo estupendo, Master. Enhorabuena.

Guárdalo bien...
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 24 de Septiembre de 2009, 20:12
Wind_master

Genial, Master. Tan detallado que casi parece "real".
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 29 de Noviembre de 2009, 21:10
GUÍA TURÍSTICA AVISHENIA DE SANZANE VEES'R

Índice:
1.Ciudades
   1.Lugtinam
   2.Nundavira
   3.Iskossa
   4.Kwassantur
   5.Urdubarat
2.Cosas que hay que ver
   1.Caída de la Estrella
   2.Puerta del Este
   3.Torre del Éter
   4.Bosque de Tejos (Saukania)

Capítulo 1: Lugtinam

(http://img18.imageshack.us/img18/2047/lugtinam.png)

Entrada norte:
   Lugtinam, capital humana de Avishira, es en realidad un basto conjunto de barrios semiindependientes construidos en torno a un corazón de extraordinaria belleza. Así pues, al hablar de Lugtinam me veo obligado a precisar que me refiero a "la gran Lugtinam", es decir, el conjunto de barrios; por contra, hablaré de "la pequeña Lugtinam" cuando hable de su corazón.

   La gran Lugtinam es una ciudad sin amurallar, por lo que se puede acceder a ella desde cualquier punto cardinal. No obstante, existen veinte caminos que vienen a ella desde todas partes de Avishira, y cada camino entra en la ciudad a través de un enorme portal que lleva escrito su nombre. Sería tedioso recordar en esta guía los veinte nombres, pero sí haré referencia al portal Norte, por el que entré yo mismo.
   El camino que lleva al portal Norte es uno de los más amplios y mejor adoquinados, pues lleva directamente al corazón productivo de la región, Nundavira. Se trata de un camino bullicioso, transitado por carros que vienen cargados de mercancías, y carros que se van cargados de dinero. El portal Norte mide treinta y dos codos de alto y más allá de él se extiende el bulevar de Avadur, ancho camino donde el transeúnte podrá realizar las compras oportunas, pues está repleto de vendedores.
   A través del portal norte nos internamos en el barrio de los mercaderes.

Barrios periféricos:
Barrio de los mercaderes:
   El visitante deberá zafarse de multitud de comerciantes deseosos de vender sus excedentes. Para ello no dudarán en adular, ofrecer rebajas e incluso intentar algún pequeño timo. Si bien es cierto que éste es el barrio donde hay más variedad de productos, el visitante debe ser paciente, pues también es uno de los más caros.
   Las casas de este barrio son altas, de hasta cuatro pisos. Las calles son rectas y el trazado es perpendicular. Se trata de un barrio hecho para pasar a caballo, quizás incluso a trote.

Barrio de los pescadores:
   Se encuentra siguiendo el bulevar de Avadur, por el lado oeste del mismo. Este pequeño barrio puede definirse como un cuadro de un pintoresco pueblo pesquero. Seguramente se trataba de una población anterior a la fundación de la propia Lugtinam, que fue engullido por ésta. Sus habitantes son los herederos de los que la poblaron en esos tiempos pretéritos, con esa sencillez y estoicidad de los pescadores. Internándose en la avenida del Atún el turista encontrará alojamientos acogedores de gran calidad por precios modestos. También hay muchas posadas, unas antiguas y otras no tanto, donde el viajero saciará su hambre.
   Se trata de un barrio de casas bajas, casi todas de una altura, bastante antiguas y pobres salvo honrosas excepciones, como la casa del alcalde, una pequeña mansión de altas rejas frente a la costa.

Barrio de los profesionales:
   Al lado este del bulevar de Avadur, una vez pasado el barrio de los mercaderes pero antes de llegar a la pequeña Lugtinam, se encuentra el barrio de los profesionales. Se trata de una zona modesta de la ciudad donde se agrupan las clases trabajadoras. Es un barrio limpio, seguro y con muchos almacenes, comercios, tiendas y algunos hostales, aunque el principal tipo de edificio son los talleres. Los hay de zapateros, de planchadoras, de tintores, de herreros y de cualquier otra profesión imaginable. El turista que se reprimió de comprar los artículos caros del barrio de los mercaderes encontrará aquí a mucho mejor precio gran parte de lo que éstos le ofrecían.
   La calle de los toneleros es la más importante del barrio. Parte perpendicular del bulevar Avadur y se interna en él hasta llegar a la plaza de Yanan, llamada así por la estatua de dicho dios que custodia el barrio desde allí.

Barrio del Ramo:
   De la plaza de Yanan parte una estrecha calle -la calle de los gatos-, que lleva a un barrio donde la gente de cierta reputación no debe ser vista. Se trata del barrio del Ramo, cuyo nombre oficial es una deformación que las autoridades creyeron oportuna del nombre popular con que se le conoce: el barrio del amor. Y es que este barrio está dispuesto para satisfacer las necesidades amorosas que lógicamente siente un viajero que lleva tiempo lejos del hogar y su mujer.
   Se trata de un barrio pequeño de casas pequeñas de cortinas rojas.

Barrio de Alasia:
   Es el barrio al que se llega desde cinco de las veinte entradas de Lugtinam. Se puede llegar a él desde el Barrio del Ramo, pero la forma más honrosa es desde la propia Lugtinam -ya estamos muy cerca de su corazón.
   Este barrio se prolonga siguiendo el curso del río Alasti. Está constituido de casas bajas, principalmente señoriales. Es rico en jardines y en pequeños palacios, así como en templos. Tiene cierto comercio, pero sus precios están por encima de lo que el visitante ocasional estaría dispuesto a pagar. Se trata del barrio rico. Su calle principal es la avenida de Alasia -no fueron muy originales con los nombres, que acompaña al río en su curso. Este barrio cuenta con algunos monumentos interesantes:
La estatua de Alasia: En la plaza de Alasia se encuentra la estatua de una hermosa mujer mirando al río.
La puerta de Alasia: Se trata de una magnífica puerta de entrada a la ciudad, de cincuenta codos de alto, con hermosas estatuas adornándola, y con varias inscripciones en varias lenguas que dicen «Bienvenido».
Los jardines de Alasia: Adyacente a la plaza de Alasia, ocupando el espacio que hay entre ésta y el río, se encuentran los jardines de Alasia, un conjunto muy hermoso de jardines a distintos niveles que harían las delicias de cualquier pintor.

   La seguridad nocturna de este barrio es casi legendaria, tanto como las durísimas penas que inflingen a los delincuentes. El barrio dispone de su propia patrulla de seguridad. Como dato curioso, el alcalde de este barrio es tradicionalmente cónyuge del alcalde de Lugtinam. También es el único barrio a parte de la propia pequeña Lugtinam que tiene muralla.

Barrio del Circo:
   Al otro lado del río, desde Alasia, se puede contemplar el barrio del Circo. Es un barrio poblado por titiriteros y gente de espectáculo. No debe pensar el lector que es un barrio de baja categoría. Al contrario, el barrio del Circo contiene las mejores salas de teatro de la ciudad. Sus casas son tan variadas como sus habitantes, venidos de todas partes de Avishira e, incluso, de más allá. Es el único barrio donde no resulta extraño ver fesfos -pues también es un barrio con muchos y pequeños jardines. Es el barrio de los oradores, que se suben a sus tribunas en la Plaza Circular y cuentan lo que se les antoja, generalmente relatos entretenidos para amenizar el día de los transeúntes a cambio de unas monedas.
   Los monumentos interesantes de este barrio son:
la Plaza Circular: Es la plaza más grande de Avishira -al menos, sobre la superficie-. También es curiosa por su forma totalmente circular. De ella parten dieciséis calles en dieciséis direcciones distintas.
El Circo Mayor: Son unas gradas en círculo alrededor de un escenario donde se representan actividades -no obras de teatro-, como competiciones deportivas.
El gran Teatro: Es el teatro más grande de la ciudad, así como el más lujoso e importante. Todos los autores de teatro aspiran a ver en él una obra suya.

El barrio Filoso:
   Es un barrio peligroso, por la noche y por el día, si bien por la noche lo es aún más. Es el barrio de la gente sin porvenir, que se da al alcohol y a la mala vida. Su nombre proviene de las armas que emplean sus habitantes, cuchillos y navajas. Este barrio se organiza en patios, o corralas, de vecinos, por lo general sucios y pobres. Antiguamente no era un barrio tan pobre, pero al parecer la gente con oportunidades optó por irse al barrio de los profesionales o al de los mercaderes, y cada vez se fue volviendo más pobre y violento. Su corazón es la corrala de Mechi Minar, el lugar más peligroso de la ciudad.
   Pese a ser un barrio con estas características, no debe creer el lector que carece de comercio. Lo que sucede es que los comercios de este barrio no son tan visibles como en otros, ni tampoco son tan limpios y seguros. Pero hay lugares, como la taberna del tío Romser, cerca del barrio del Circo, donde uno puede comer y hasta alojarse sin la preocupación de encontrarse al día siguiente en medio de la calle y sin nada puesto encima.
   Las casas de este barrio son de entre dos y tres pisos, apelotonadas entre sí formando calles sin ningún trazado claro sobre el mapa.

Bellamar:
   Bellamar es el contrapunto del barrio Filoso. Si bien no es un barrio rico como puede serlo Alasia, es un barrio acogedor, seguro, de calles ortogonales. Podría definírsele como una prolongación de Lugtinam, sin su misma alcurnia y clase, pero con ese mismo ambiente de sobria dignidad. Sus casas son bajas y unifamiliares, todas ellas con un jardincito delante y detrás. Sus comercios se aglomeran alrededor de la plaza del Warfo, adornada con una estatua de un individuo de esa raza. Son establecimientos muy grandes y luminosos donde se puede adquirir de todo.


La pequeña Lugtinam:

   Ahora toca hablar del centro histórico de la ciudad. La pequeña Lugtinam es una "ciudad" en sí misma, con su propia muralla y su castillo. La muralla de Lugtinam tiene cinco puertas históricas, tres en el lado sur y dos en el norte, y otras cinco puertas nuevas abiertas en la muralla para mejorar la comunicación con los barrios periféricos.
   La ciudad está atravesada por el río Alasia, no obstante lo cual está bien comunicada gracias a cinco admirables puentes.

   Una de las entradas antiguas a Lugtinam da precisamente al bulevar de Avadur, de modo que retomaremos el camino donde lo dejamos.

   La muralla de Lugtinam desde la puerta norte es ancha y bien conservada. Dispone de dos intimidatorias torres que actualmente, para fortuna del visitante, no están repletas de arqueros. Es más, se pueden visitar por dentro.
   Al entrar en la ciudad antigua el turista siente una sensación de increíble unidad con el pasado histórico. Casi toda la ciudad fue construida hace trescientos cincuenta años, cuando la región era mucho menos segura que hoy, por lo que las construcciones son de piedra y están bien protegidas, pero eso no impide que sean hermosas. El estilo arquitectónico curvilíneo es típico y exclusivo de esta zona de la ciudad.
   La zona norte de la pequeña Lugtinam está plagada de templos, palacios, jardines y edificios gubernamentales. El área que todo esto ocupa es enorme, contribuyendo a una sensación de amplitud desconocida fuera de sus murallas. El bulevar de Avadur, por el que entramos, pasa a llamarse Avenida de la Fe, que al llegar a la costa hace un giro hacia el sur y pasa a ser la Calle de los jardines hasta llegar al primer puente, donde vuelve a cambiar de nombre al de Calle del Puente Viejo. Sigue así hasta llegar al tercer puente, donde pasa a llamarse Avenida Sur, nombre que conserva hasta abandonar la muralla por la puerta sur del lado este de la ciudad.
   El comercio es escaso, siendo más frecuentes las tiendas de artículos religiosos y de lujo que las de comida o ropa. No hay talleres aquí. La zona popular y habitable para la gente normal de la pequeña Lugtinam es la zona oeste, cruzando el río.

   En la zona oeste hay muchas viviendas y comercios, algunos templos pequeños, el puerto principal, la plaza de Lugtinam y el castillo. La sensación de dignidad e historia se puede oler en el ambiente.

Monumentos imprescindibles:
El castillo. Se trata de un enorme castillo diseñado para albergar numerosas tropas y comida para dar una defensa sostenida a la ciudad durante meses. Al encontrarse en lo alto de una colina, es la construcción más alta y visible de la ciudad, aunque en dura pugna con el templo de Yanan. El castillo cuenta con diez torres, seis patios de armas, una capilla, e incontables pasillos y estancias. Desde el fin de las guerras de unificación su función ha pasado de defensa a atracción turística.
El Templo de Yanan: Fabuloso templo cuya fachada circular rompe el cielo con cinco portentosas agujas. Cuenta con la cúpula más grande de la ciudad, y su espacio interior es también el más amplio de la ciudad.
Biblioteca de Mennon: Se trata de una de las bibliotecas más grandes de la zona humana de Avishira. Tambiés es atractivo su diseño arquitectónico plagado de columnas y contrafuertes.
Universidad de Lugtinam.

   Existen otros muchos monumentos de menor categoría en mucha densidad dentro de la pequeña Lugtinam, que no necesito nombrar porque el visitante no podrá evitar ver, pues están por todas partes.

Efemérides sobre Lugtinam:
Lugtinam fue fundada en el año 990 desde la fundación de Aiubor.
Cuenta con ciento cincuenta mil habitantes, siendo la ciudad humana más grande de Avishira (Nundavira no se considera ciudad avishenia).
Se llama igual que su fundador, y el barrio Alasia igual que la mujer del fundador.


Sobre el autor:
   Sanzane Vees'r (1398-1450? d.f.A) (772-826? Airan) (459-511? Anthuris) (369-421? Khardha) (283-335? Avadur), cuyo nombre completo es Sanzane Neri Mergovesaure de Vees'r y Tassorn, fue un famoso viajante que dedicó su vida a relatar las experiencias de sus viajes por todo Bardha. Nació en Nundavira, donde comenzó su carrera. En su primer libro compiló todos los relatos de sus viajes por Avishira y lo tituló "Guía turística de Sanzane Vees'r". El libro se convirtió en un éxito, que le permitió amasar la fortuna suficiente para continuar su ocupación en tierras extranjeras.
   Sanzane no se dedicó a hacer meramente una descripción para turistas, sino que, en sus viajes al extranjero, tomó un rol mucho más científico y analizó y describió los modos de vida de las diferentes etnias de cada raza de Bardha -excluidos los issfos, a los que jamás logró encontrar.
   Su último viaje fue hacia el corazón del mundo, intentando documentar la forma de llegar a aquella tierra legendaria. Lamentablemente nunca volvió a saberse de él, suponiéndose ese el año de su fallecimiento.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: Wind_Master en 30 de Noviembre de 2009, 11:29
Otro buen trabajo :)
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 12 de Diciembre de 2009, 11:40
La Pequeña Lugtinam

(http://img259.imageshack.us/img259/8/lugtinamcentro.png)

Leyenda:
1: Castillo de Lugtinam. Fue construido entre los años 5 y 14 desde la fundación de la ciudad (años 995 a 1004 d.f.A)
2: Plaza Mayor
3: Circo Poniente
4: Puerto
5: Puente Viejo. Se calcula que fue construido 80 años antes de la fundación de la ciudad
6: Ayuntamiento
7: Plaza de Yanan. Contiene la estatua de Yanan
8: Recinto del templo a Yanan
9: Parque de tejos
10: Mausoleo de Lugtinam
11: Academia científica
12: Embajadas
13: Palacio del Gobierno
14: Palacio real


PD: Hale, me parece que más no puedo describirla xD
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: Wind_Master en 12 de Diciembre de 2009, 14:15
Vaya trabajazo con el Paint tiene todo eso.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: Mystik en 12 de Diciembre de 2009, 14:19
Cita de: Wind_Master en 12 de Diciembre de 2009, 14:15
Vaya trabajazo con el Paint tiene todo eso.


Pos si, porqué el esquemita que le pasé  Khram al inicio del proyecto ya me costó y era ridículo, xD
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: Khram Cuervo Errante en 13 de Diciembre de 2009, 10:18
Eso parece Nueva York, y no una ciudad del medievo fantástico...
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: master ageof en 13 de Diciembre de 2009, 10:38
No tiene por qué, Khram. Los europeos estamos acostumbrados a que los cascos viejos de nuestras ciudades tienen formas laberínticas, pero eso no tiene que ser la norma. Los centros de nuestras ciudades son así porque la mayoría de ellas nacieron "anárquicamente", no prediseñadas.
Alejandría y la mayoría de las ciudades que construyeron los griegos tenían plano ortogonal.

Lugtinam al fin y al cabo es una ciudad planificada, "hecha desde cero". Lugtinam (su fundador) quería una buena ciudad, entenderás que diseñara la ciudad más o menos ortogonalmente.
Título: Re: El Libro de Avishira
Publicado por: Khram Cuervo Errante en 13 de Diciembre de 2009, 19:21
Yo sólo he dicho que lo parece, no que no lo sea ;)
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