CientoSeis

Cita de: Calabria en 03 de Diciembre de 2009, 13:28
Salgo de mi casa poco después del paladín, y tras recordar las palabras que crucé con Tyr me aseguro de dejar puertas y ventanas cerradas.
Miro alrededor por si veo a Elora. En fin, ya la buscaré más tarde pienso, y me dirijo hacia la capilla de Druma buscando algún sacerdote al que consultarle ciertos temas

Cuando llego a la pequeña capilla y entro despacio. El interior parece solitario
- ¿Oiga? ¿Señor Aset?

(Esa vos...Se me hace conocida.)

-Oh pero mira es la alquimista!Nunca te he visto en ninguno de los ritos así que sobre consejo no creo que vengas, que te trae por estos lados?

Aset inclina un asiento invitándola a tomar asiento)

- Verá, creo que usted y yo tuvimos un mal comienzo. Cuando vino a hablar conmigo estaba en tensión por los recientes acontecimientos y fui algo brusca. Lamento muchísimo haber empezado con tan mal pie, y venía a ofrecerle mis disculpas y a retomar la conversación

Bueno pero tome asiento, (Aset toma otro asiento para él y recuesta cuidadosamente su bastón en su piernas); dígame por donde quiere empezar y que temas quiere tratar, pero lo más importante, porque ha recurrido a mi, si  tengo entendido que es usted la que me oculto información, porque tendría que confiar en usted?

Me siento, agradecida porque el sacerdote parece ser mucho menos temperamental de lo que intuí en nuestro primer contacto.
- Verá, evidentemente le oculté información pero comprenda mi posición en esos momentos: pretendía armar el menor revuelo posible en el pueblo, y no sabía cuán digno de confianza podía ser usted porque no le conozco. Sin embargo dado el cariz que están tomando los acontecimientos creo que ha llegado el momento de unir esfuerzos. La llegada del inquisidor no puede ser indicativo de nada bueno, y creo que cuanto antes se descubra lo que ocurrió antes podremos los habitantes de Majapiedra volver a nuestra plácida rutina. ¿Querría usted ayudarme?

Es mandato de mi Diosa hacer todo lo posible por encontrar al causante de esta situación por esto me ha dado su bendición, ahora bien si acudiste a mi debo de tener algo que quieres, para ello deberás ganarte mi confianza, la forma de resolver esto es fácil le realizaré dos preguntas si en alguna de las dos me miente lo sabré y por tanto mi ayuda será nula, al contrario si me dice la verdad le colaboraré con lo que necesite y le ayudare a resolver lo que necesite.


(Aset toca el borde de su bastón, pasa delineando de la cola hasta la cabeza del dragón de jade gravado allí se levanta de su aposento y mirándola a sus ojo le pregunta)

Que descubrió la noche del asesinato? Y que información estabas buscando aquel día que la biblioteca se oscureció?

(Con un tono más serio)
-Recuerde que debe escoger bien sus palabras, de lo contrario mi información y ayuda le quedará betada.

- Contestaré a sus preguntas, pero en algún lugar más privado no en una capilla abierta al público. Supongo que tendrá una sacristía aunque sea pequeña, o si no podríamos ir a mi casa.

Claro sigueme por aquí, detras de la capilla están mis aposentos y le garantizaran privacidad.

Despues de pasar unos dias  leyendo con meticulosidad el libro encontrado(Khram ya me diras si encuentro algo), dispongo a salir de la capilla los rumores que me han llegado no son de mi agrado, si el inquisidor asi quisiera tambien podría declarar como enemigo a mi religión y eso sí sería un problema.

Aún me queda encontrar al culpable que inició este problema pensó Aset.

Pues viendo como están las cosas decido ir a la taberna unos alimentos y algo de información podría sacar.