Un nuevo día amanece en Majapiedra.
Los pájaros saludan al rostro benévolo de Brishna con sus cantos y sus trinos, mientras la diosa va despertando a todos y cada uno de los habitantes del pueblo. En la taberna, Derrin comienza la jornada, alrededor del sempiterno borracho y los monasterios hace horas que están en pie de guerra.
El inquisidor sale con el séquito del que dispone desde la abadía de Rugan hasta el convento de Brishna. Y, con un teatral gesto, ordena a dos shun'karith montar guardia en la puerta mientras él espera a que la actividad del pueblo crezca, para llamar más la atención.
Hoy me levanto temprano y voy directamente a la biblioteca.
Salgo tropezando de la taberna
Por la Diosa! Que me ha pasado? Me he quedado dormido en la taberna!... Me explota la cabeza, y mi estomago ruge! Necesito comer algo! La luz del alba me destella en los ojos y me molesta.
Tambaleando voy hacia el templo de la Diosa.
EDITO:
Cuando me acerco me encuentro con la guardia del Inquisidor en la puerta.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
A pesar de sentirme mal, mi armadura y mandoble hablan solo. Me paro adelante de ellos a intentar entablar una conversación.
-Buen día, honorables señores. Me llamo Dheón, un honorable ksatriya. Por lo que puedo ver ha pasado algo aquí adentro. Por que no dejaís entrar a nadie?
- No podemos decirlo. Cuando el Inquisidor lo crea conveniente, lo dirá.
Está bien. Me quedaré aqui hasta que abran la puerta de nuestro templo
Digo esto poniendo enfasis en la palabra "nuestro". y me siento en el suelo.
Una vez el pueblo despierta, el Inquisidor brama:
- ¡Habitantes de Majapiedra! Como inquisidor con plenos poderes otorgados por los Altos Obispos de Sirocitria-kiltasi, en nombre de nuestro Padre Rugan, declaro clausurado el convento de Brishna. Asímismo, se prohibe toda clase del culto a la diosa blanca en público.
Del mismo modo, la fe en Rugan prevalecerá y será considerado hereje todo aquel que, a partir de este anochecer, muestre objetos sagrados de la diosa.
Los obispos de Sirocitria-Kiltasi declaran proscrito el culto a Brishna por los cargos de altísima traición.
Dicho esto, el Inquisidor y toda su pompa, se retiran, mientras los murmullos crecen entre los majapedreños.
Había salido temprano para cazar, y al volver al pueblo con mi pieza, oigo la proclama del alto Inquisidor
-Pero qué demonios - farfullo - Las cosas se están saliendo de madre, será mejor que deje las pesquisas para mas tarde y comience a moverme.
Acto seguido entro en la posada y Derrin me muestra la cocina, donde despiezo y despellejo el ciervo que he cazado, y por el que acordé alojamiento a cambio de su carne. Subo a mi habitación y me limpio un poco la sangre del animal, mientras observo y pienso en lo que tengo hasta el momento, apenas dos cabos sueltos y rumores, muchos rumores.
Me encamino al templo de Brishna callejeando intentando pasar desapercibido, pero las patrullas de Ruganitas inquisitoriales son bastante numerosas, parece que tienen tomado el pueblo, e incluso me atrevería a asegurar que los alrededores estan copados por otras patrullas, así como los caminos principales. El pueblo parece sitiado, practicamente, o al menos así lo intuyo por las conversaciones que les oigo a los ruganitas.
No obstante, al acercarme al convento veo el primer obstaculo de importancia, dos guardias armados y vigilantes en la puerta principal.
Será hora de poner en práctica mis buenas artes.
Me levanto del suelo, sin creerme una palabra de lo que dijo el Inquisidor. Corro hacia dentro del templo cuando esa gente se retira.
Me levanto, ya recuperado de la enfermedad que había tenido el día anterior, y me dirijo a la taberna, al ver todo el revuelo que hay cerca, necesito enterarme de lo que ha pasado. ¿Habrá muerto alguien más?
Tras una interesante charla con el sacerdote salgo del templo, preocupada por lo que he averiguado. Al llegar a la calle veo más gente de lo normal, muchos de ellos charlando en corrillos. Paro a la primera persona que veo y le pregunto.
- Perdone señora Perkins, ¿qué ocurre que todo está tan agitado?
- ¿No tas enterao muchacha? ¿Pos en qué mundo vives? El tipo ese, el enquesidor o cómo lo llamen ha prohibío adorar a Brishna, ya ves tú. Primero se muere el monje y ahora esto, yo no se que va ser lo próximo.
- Gracias señora, que tenga buena mañana.
Interesante...creo que esto va a dificultar mis planes de charlar con la madre superiora. De todas formas necesito buscar antes a Le Volet para preguntarle sobre ese pañuelo suyo. Últimamente pasa el día en la biblioteca, iré para allá a ver si me entero de algo más cerca del monasterio.
Me despierto y llego a tiempo para oir la proclamacion del inquisidor, me preocupo gravemente y me dirijo hacia el bosque con intencion de buscar al mago que encanto los libros de la biblioteca
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Cita de: barbery en 08 de Diciembre de 2009, 21:58
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
No.
Me despierto con la luz del sol puesta de hace rato y con un hambre terrible, recuerdo que colgué la noche siguiente un jabalí en lo alto de una rama así que lo cojo y como algo antes de partir hacia mi destino.
Con la tripa llena empiezo mi recorrido hacia el pueblo, veo por el camino del bosque algunos ruganitas y cuando llego al pueblo me encuentro con que este esta lleno de patrullas de estos.
Que había pasado durante mi sueño? Aunque si están aquí quiere decir que el templo no estará tan custodiado...
Me dirijo rápidamente a las cercanías del templo de rugan...
1
Cita de: Gilles en 07 de Diciembre de 2009, 14:24
Será hora de poner en práctica mis buenas artes.
Disimuladamente me acerco a los laterales del convento, y logro escabullirme dentro de un callejon, sin que nadie me vea, con todo el cuidado posible, lanzo una cuerda con un gancho y escalo por la fachada para intentar colarme dentro del convento de Brishna
(uso escalada para ver si puedo entrar en el patio interior del convento desde la calle)
Puedes.
Una vez en el tejado del convento, puedo observar el patio interior (supongo que habrá guardias ruganitas, asi que uso sigilo para tratar de colarme dentro del edificio por algún altillo intentando no ser visto)
Debo encontrar al viceprior, toda esta situación no me parece normal, sobre todo por haberse producido tan rápido...¿o quizá esto se llevaba planeando bastante tiempo? - pienso para mí mientras trato de colarme en el edificio
Tras levantarme esta mañana y acompañar al inquisidor junto con el resto de la orden hasta el templo de los ahora herejes Brishnitas vuelvo a nuestra habitación del templo de Rugan donde compruebo que mi hermano ya no estaba en su cama
-Bueno, espero que finalmente le hayan pasado, esas desagradables fiebres a mi hermano-
Cierro la puerta y me dirijo a la biblioteca donde supongo que se encuentra.
Al acercarme veo que la entrada al convento está vigilada por numerosos ruganitas. Me parece que va a ser complicado hablar con la madre superiora, habrá que convencer a alguien de que esto es urgente
Tratando de parecer firme me acerco a uno de los shun'karith y le espeto:
- Tengo que ver al inquisidor y a la madre Mireas, tengo información que les interesa.
Uno de los guardias te dice:
- Por favor, apunte aquí su nombre y el objeto de su visita. A la madre Mireas la podrá ver enseguida. El Inquisidor deberá llamarla antes.
Apunto en el papel:
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
- Supongo que no será necesario hacer venir al inquisidor para hablar conmigo si está ocupado, la madre superiora podrá contarle todo lo necesario cuando él tenga tiempo. ¿Puedo pasar ya o me acompañará alguno de ustedes hasta el despacho?
Uno de los shun-karith abre la puerta y te acompaña.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Te acompaña y luego te espera fuera.
Una vez dentro del edificio, me muevo con todo el cuidado que puedo, buscando los aposentos del viceprior. una de las puertas del ala de habitaciones está protegida por dos guardas (si es otra cosa, hazmelo saber Khram) por lo que deduzco que alguien importante debe estar dentro.
Decido buscar un modo alternativo de entrar, por lo que, desde una de las habitaciones, salgo por la ventana y ando por la cornisa del edificio buscando la habitacion del viceprior
(si algo no puede ser, dimelo y lo cambio, o si me caigo o algo así, tambien)
Me levanto, algo tarde, no es propio de mi, este pueblo me está trayendo de cabeza.
Cazo algo y me dispongo a seguir con mis menesteres.
Me dirijo a la taberna.
Cita de: Gilles en 09 de Diciembre de 2009, 18:18
Una vez dentro del edificio, me muevo con todo el cuidado que puedo, buscando los aposentos del viceprior. una de las puertas del ala de habitaciones está protegida por dos guardas (si es otra cosa, hazmelo saber Khram) por lo que deduzco que alguien importante debe estar dentro.
Decido buscar un modo alternativo de entrar, por lo que, desde una de las habitaciones, salgo por la ventana y ando por la cornisa del edificio buscando la habitacion del viceprior
(si algo no puede ser, dimelo y lo cambio, o si me caigo o algo así, tambien)
Entras por la única ventana que hay abierta. La habitación en la que entras no tiene puerta, pero te da acceso al convento. Sin saber a donde vas, buscas la habitación del viceprior.
Al no poder hablar con la madre superiora me dirijo a la cocina a pedir un plato de comida, quizàs el último que coma aqui dentro.
En la entrada hay unos guardias, y yo necesito entrar adentro del templo.
-Buen día, necesito sacar mis pertenecias de mi habitación, por las malas nuevas.
El ruganita te mira de arriba a abajo y te dice:
- No te harán falta.
Terminada la charla con la madre Mireas, salgo acompañada del sun'karith.
- Gracias por acompañarme, muy amable
Le digo al tieso ruganita con toda la educación de la que soy capaz. Bien, ahora a buscar a ese paladín. Cuál será mi sorpresa cuando me lo encuentro discutiendo con uno de los guardias. Me acerco a él y le toco delicadamente el brazo para llamar su atención. Cuando se vuelve a mirarme le digo con un tono que pretende ser casual y despreocupado, aunque en mis ojos se refleja lo contrario.
- Dheón, me gustaría hablar contigo ¿tienes algo que hacer? Si no estás ocupado podemos acercarnos a mi casa a charlar.
-Pues, necesito entrar a mi habitación, y al señor se lo he pedido amablemente. Tengo todo mi equipaje en mi pobre celda.
Miro con desconcierto al guardia.
Pregunta a Khram: Cuantos son? :o
Ahora mismo 2.
Una pelea es lo último que necesito, me sigue doliendo la cabeza y mi estómago ruge. Estos duros no me dejan entrar y la alquimista acaba de salir, tanto asco nos tienen? Gracias a la Diosa por haberme hecho bhrisnita!.
Miro a Álvea, sus ojos me acababan de sorprender nuevamente. Si comprendiera lo importante que es para mí lo que hay en mi habitación.
-Álvea, estoy a tu disposición, pero antes necesito sacar mis cosas de adentro. Estos guardias no creo que me dejaran pasar.
Bajo la voz para que los guardias no me escuchen.
-Tienes que ir hasta mi habitación y buscar debajo de mi cama. Allí hay unos libros. Son de Gaavah.
- Ven un segundo
Cogiéndole del brazo nos apartamos un poco de los guardias, y en voz baja le digo:
- Es imposible, Dheón. Acabo de entrar a hablar con la madre superiora, y un ruganita me ha escoltado todo el camino. Lo máximo que puedo intentar es entrar otra vez a hablar con ella y darle el recado de que coja tus cosas, pero probablemente le confisquen los libros. ¿Crees que corren peligro ahí dentro por ahora? No parece que estén registrando habitaciones
-Para mí es demasiado inseguro que estén allí. No se cuanto tardaran en registrar las habitaciones, pero sin duda lo irán a hacer.
Obvervo a los guardias, estan sospechando algo.
Vamos a tu casa, no hacemos nada parados aquí.
Cuando por fin llego a donde se encuentra el mago le llamo y le pregunto:
<<¿Te has enterado de la muerte del escriba?Por eso venia para saber si te habia venido a encantar algun manuscrito suyo recientemente...>>
¿Qué mago, barbery? ¿Quién ha dicho que haya un mago que encanta nada?
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Ah, un mago itinerante que ni siquiera está en Majapiedra...
Cita de: Khram Cuervo Errante en 10 de Diciembre de 2009, 20:58
Ah, un mago itinerante que ni siquiera está en Majapiedra...
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Llego hasta donde la anterior vez me encontre con el lobo y tomando precauciones saco la espada y busco alguna huella dejada por el borracho
Una vez termina la comida voy a mi celda y tomo todas mis pertenencias que soy capaz de esconder bajo la túnica. Con tristeza doy una última mirada a la habitación, me es difícil recordar cuanto tiempo llevo durmiendo entre esas 4 paredes. Antes de irme hago una larga horación a brishna para que ilumine el camino de todos los Brishmitas de Majapiedra y que esta situación no valla a peor. Pero algo en el corazón me augura lo contrario.
Finalmente y tomándome mi tiempo salgo del templo.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Barbery: TÚ NO SABES DÓNDE FUE EL BORRACHO, SIMPLEMENTE TE ENCONTRASTE CON UN LOBO EN EL BOSQUE. Coño, que no es tan difícil jugar sin metajuego. Pero ya que tú lo quieres...
Te adentras en el bosque de nuevo, desoyendo la advertencia del día anterior. Buscas el lugar donde el lobo te dejó cosido a dentelladas, con la espada en ristre por lo que pudiera pasar.
Una figura femenina vestida de tierra, con el fuego en el cabello, el agua en los ojos y con una voz de trueno te dice:
- Has vuelto después de la advertencia. Sufre ahora mi ira.
Cuando sales del trance te encuentras en el linde del bosque. Y cada vez que miras un árbol, te da nauseas.
Acabas de desarrollar una bonita fobia al color verde.
@Chavi: eres pobre como una rata.
Salgo de la biblioteca pensando dónde encontrar al brishnita del que me ha hablado Kalistea. Es posible que le hayan dado cobijo en el convento, o al menos, se habrá presentado allí y le conocerán, así que me dirijo hacia el convento brishnita.
En la puerta hay dos ruganitas haciendo guardia.
- Buen día, caballeros, vengo a visitar a un paladín de la luz que ha llegado hace poco a Majapiedra y se hospeda aquí. Si me permiten, no hace falta que me acompañen. Gracias.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Finalmente, logro entrar por la única ventana que está abierta. Una vez dentro, me encuentro una simple celda de un monje cualquiera. No observo nada fuera de lo común y prosigo hacia el resto de estancias del convento, buscando a ciegas los aposentos del viceprior, pues desconozco el edificio y su distribución interna.
Finalmente logro encontrar a un monje rezagado, parece que los ruganitas están más ocupados en dejar que nadie entre ni salga del convento que de los inquilinos del mismo, por lo que una vez con él, nos escondemos en su habitación para intentar hablar en privado. Una vez dentro de su celda, le pregunto sobre la situación dentro del convento, y sobre el paradero del viceprior.
@Gagula:
- ¿Un paladín nuevo? Jajaja - ríe - Pues va a durar poco. Pasa, anota aquí el motivo de tu visita y ve a ver a la madre superiora. Igual ella sabe el nombre.
@Gilles:
- ¿El despacho del viceprior? Sal por este pasillo, gira a la derecha y encontrarás una escalinata que baja. Atraviesa el patio y entra por la puerta derecha de las dos que hay enfrente. Allí hay una sala de la que salen tres pasillos. Toma el segundo por la derecha y recórrelo hasta el final.
-Que brishna te guarde - le digo al monje, mientras le señalo una posible ruta de salida del convento (por donde entré yo)
Una vez con la información en mente, me dirijo todo lo rápido que puedo manteniendome oculto, hasta que por fin logro llegar al despacho del viceprior
(no sé si está el viceprior dentro, si lo está, habló con él, si no, busco información dentro de su despacho)
Cita de: Gilles en 11 de Diciembre de 2009, 14:16
-Que brishna te guarde - le digo al monje, mientras le señalo una posible ruta de salida del convento (por donde entré yo)
Una vez con la información en mente, me dirijo todo lo rápido que puedo manteniendome oculto, hasta que por fin logro llegar al despacho del viceprior
(no sé si está el viceprior dentro, si lo está, habló con él, si no, busco información dentro de su despacho)
emepé
Cita de: Khram Cuervo Errante en 11 de Diciembre de 2009, 14:07
@Gagula:
- ¿Un paladín nuevo? Jajaja - ríe - Pues va a durar poco. Pasa, anota aquí el motivo de tu visita y ve a ver a la madre superiora. Igual ella sabe el nombre.
Gracias.
Anoto "Visita de negocios" y paso.
No conozco el convento, pero sigo los corredores principales hasta encontrar un monje que me acompañaa la estancia donde atiende la madre superiora.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Cita de: Gagula en 11 de Diciembre de 2009, 14:50
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Exacto.
Nota: no te acompaña ningún monje, es el otro guardia que hay a la puerta.
Me invaden amargos presentimientos de lo que podría ocurrir cuando vuelva el inquisidor, si los Ruganitas comenzaban a cazarnos del mismo modo que como lo hacen con los seguidores de verdaderos dioses malignos tarde o temprano iba a correr la sangre para que cundiera el ejemplo. Tenía que encontrar al paladín, no lo había visto en el templo así que supuse que se encontraba en el pueblo.
Voy a la taberna.
Despues de salir del despacho del viceprior, salgo por donde he venido, y me dirijo a la taberna para descansar. Mañana cazaré otro ciervo para pagar el alquiler, y me pondré definitivamente a solucionar todo este embrollo.
Después de hablar con la Madre Superiora, dejo el convento. Está anocheciendo, así que muy a mi pesar, decido dejar para mañana la tarea de encontrar al tipo del que me han hablado y que podría ayudarme.
Al no poder encontrar al Paladín opto por ocultarme en las cercanías del templo. Mi plan es crear alguna distracción para que mis hermanos pudieran salir huyendo si fuera necesario, tal vez paralizar al Inquisidor para que los guardias me persigan al bosque o algo así. También jusçnto algunas piedras grandes por si necesito hacer otra cosa para llamar la atención. Quizás mis intenciones sonaran valientes pero la verdad es que no podía dejar de temblar por el miedo.
Una y otra vez le pido a la Diosa que me de fuerzas, o que mis temores fueran simplemente eso, temores. Como fuere me preparaba a pasar buena parte de la noche a merced del frío.