CientoSeis

Centro de Manhattan, Nueva York, 20/01/2010



















Os encontráis todos en un lujoso loft en el centro de la zona pudiente de Manhattan, la habitación se encuentra en un segundo piso de un rascacielos y se puede ver la calle desde la enorme pared de cristal.
Según entráis por la puerta hay una chimenea a la izquierda de la pared, frente a ella una mesa de diseño a cuyo alrededor se encuentran varios sofás de color gris claro.
El suelo es de madera tropical y las parees de un blanco impecable, la iluminación es tenue y a la derecha hay unas escaleras que ascienden al piso superior, frente a ellas hay don hombres fornidos, trajeados y con gafas de sol con unos vistosos bultos a la altura de la cintura, si os fijáis bien podéis ver llevan sendos MP5-K bajo la americana.

CitarEstáis todos en la habitación más los guardaespaldas de Amanda, Kyle, Jean y los dos ghoul de seguridad, tened presente que estáis en el refugio del Sheriff y que al menos se encuentra con él la primogénita Gangrel.

No soy muy estricto con respecto a los turnos a no ser que halla una situación de combate pero no me gustaría que dos pj escribiesen 30 posts mientras otros dos apenas han puesto uno, moderaros, si se frena por inactividad ya tomaré cartas en el asunto.

si queréis hacer alguna tirada lo ponéis al final del post y yo la haré, por otra parte los offtopics están "prohibidos" dentro del hilo de la partida, existen los mps y el hilo de offtopic.

Tened presente las Reglas (http://www.cientoseis.es/index.php?topic=40330.0) y a jugar

Permanesco esperndo un poco apartado de los demás y con la esplda muy cerca de la pared. Lo último que necesitaba es que alguien gritara "Pirómano" cuando viniera el Sheriff.

Aunque si ocurría había una mínima posibilidad de que lograra desmentir los rumores antes de morir. En otros momentos me habría parecido una idea tentadora... joder lo era a pesar de todo.

Veo mucha gente trajeada. Y eso no termina de agradarme. Según mi experiencia, la gente trajeada trae problemas. Demasiado lujo, demasiados ventanales, demasiados tipos con gafas de sol y guardaespaldas. No es precisamente el ambiente al que estoy acostumbrado y me empiezo a sentir incómodo. Tengo ganas de salir y empezar a hacer lo que sea que tengo que hacer, acabar con esto cuanto antes y volver a mis verdaderos objetivos. Aisling. Pero nadie parece dispuesto a tomar la palabra ni a dar ninguna explicación. Así que decido dar el primer paso yo.

- No me gustaría importunar a tan altas esferas -comienzo haciendo notar la ironía- pero agradecería saber por qué motivo se me ha citado.

{Genial..., no sólo me hacen madrugar (o como lo llamemos los vampiros), sino que encima tengo que recibir órdenes... nchts... Y para rematar, me mandan junto con el quemacosas... Esta noche va a ser muyyy larga, me temo, menos mal que me han permitido venir con mi ropa cómoda. Éstos pantalones no serán muy formales, pero me permiten una libertad de movimientos como pocos, además, mis gónadas me lo agradecen...}

Apoyado en un rincón cojo tres esferas de cristal, decorativa que hay en la mesa central y hago malabares de forma discreta para entretenerme mientras llega todo el mundo. Si alguno de los jefazos me viera haciendo esto, seguro que me echaría la bronca..., psé, peor sería morirme de aburrimiento...

La sala es amplia, demasiado amplia. Me alejo de todo vástago lo más posible, dirigíendome a la cristalera que daba a la calle. Echo un ojo a cada uno de los presentes, despacio, analizándolos, memorizando cada mínimo detalle de su rostro, sus ropas o incluso sus gestos. Mientras camino, un excéntrico personaje comienza a hacer malabares con objetos de la mesa. Otro de los vástagos, con un atuendo un tanto llamativo y algo desagradable, comienza a hablar. Tras la ridícula intervención y una leve muestra de asco reprimida, giro la cabeza y observo el exterior, atento a lo que pasa en el lujoso loft, pero sin llamar la atención.Mientras, le doy vueltas a cual puede ser el motivo por el que me han juntado con semejante grupo.

{Llevo aquí más de 3 minutos y salvo la drag-queen nadie ha dicho nada ... Empiezo a aburrirme y la no-vida tiene suficientes cosas con las que entretenerme como para seguir perdiendo el tiempo aquí..., bien, habrá que mover ficha y saber por qué leches estamos aquí...}

Dejo con cuidado las esferas de nuevo en su sitio, no sin antes percatarme de que parecen un par de testículos. Disimuladamente muevo un jarrón justo detrás de las esferas, seguro que si alguien entra no puede evitar pensar en un pene (y si alguien pregunta, ya culparé al pirómano, total, ¿quién le va a creer?).

- Bien, como ha dicho nuestro indefinido compañero, ¿alguien puede decirme para qué estamos aquí? - miro alrededor atento a las reacciones de la gente, eso me ayudará a conocerles un poco más de lo que ellos querrían.

Tras entrar en el edificio, Violeta pliega su parasol para guardarlo en el bolso y se quita sus gafas de sol, un modelo personalizado a partir de unas gafas de sol de alpinista muy oscuras. Las sustituye -por si acaso las necesita- por sus gafas de sol para interiores, más convencionales y modernas, que se cuelga al cuello (pues sería de muy mala educación llevarlas sobre la cabeza).

Vaya sorpresa al entrar en el loft, cuánta gente. De haber sabido que era un acto tan público se habría arreglado más.

Tras echar un vistazo a las personalidades que la acompañan, Violeta se queda con la sensación de que se sentirá más agradada por las caras nuevas que por las ya conocidas. Saluda distraídamente a todos los que encuentra en su camino, conocidos o no, y busca a Qadir (o, en su defecto, a alguien que ella sepa cercano a él).

¡Qué ambiente tan agradable! Si no tenemos en cuenta a los zarraspastrosos, al maleducado, a esas dos abominaciones de la naturaleza y a ese gitano (¿cuánto tiempo hace desde la última vez que vi un Ravnos? ¿Y QUÉ HACE uno aquí?) que está hablando ahora mismo intentando llamar la atención, la gente parece ser de una elegancia cuanto menos encomiable. Aunque me llama mucho la atención cuántos estamos reunidos aquí. Algo gordo tiene que haber ocurrido. ¿Qué planea Al-Asmal? No me gus... ¡Anda! ¿A quién tenemos aquí?

- ¡Violeta, cuánto tiempo! Me alegra verte de nuevo. ¿Cómo estás?

Intento recurrir a toda mi fuerza de voluntad para no reirme por lo que está haciendo mi camarada... fallo estrepitosamente. Tras una poco ignorable carcajda finjo estar tosiendo y me obligo a volver a la calma.

Miro con el ceño fruncido al tipo que acaba de hablar. Lo evalúa con la mirada, repasándolo de arriba a abajo para asegurarme de que no me engañan mis ojos. Finalmente, con voz seca, pero lo suficientemente alta para que se me oiga, digo:

- Te voy a definir yo a ti la cara.

{Bien, ahora está más claro, un brujah, controla sus puños porque estamos en la oficina del sheriff, su lengua es otra cosa. Sea cual sea la misión que nos espera puede ser un aliado útil, no tiene pinta de que nos vayan a recoger margaritas o pasteles... Genial, los demás sólo pasan de mi culo, salvo el impresentable de John, como de costumbre...}

- Genial Sombra de ojos, esa voz tan varonil nos demuestra tu hombría, y que posiblemente necesites un trago para hidratarte la garganta, he notado tu voz un poco áspera. Pero en fin, dudo que estemos aquí para darnos consejos de belleza... por cierto, ¿dónde vas a que te afeiten? Ese barfro te queda genial, en serio... Bueno, al caso. Hasta que venga el jefazo podríamos aprovechar el tiempo, un grupo tan heterogéneo como el nuestro no se ve todos los días y algunos de vosotros parecéis un poco incómodos... ¿Queréis hablar de vuestros sentimientos?

{Hay demasiado silencio aquí, no me gusta el silencio, necesito que esta gente hable, aunque sea para meterse conmigo, necesito conocer con quiénes voy a estar... Nunca hemos sido bien valorados en la Capilla, ni John ni yo, si estamos aquí es porque va a ser peligroso, debo conseguir que confíen en mí y confiar en ellos, y para eso necesito conocerles, vamos cabrones, no me lo pongáis complicado...}

Es la primera vez que me llaman para una reunión tan selecta así que prefiero no llamar mucho la atención, por lo que me siento en uno de los sofás grises que acomodan la sala.
Algunos empiezan a hablar entre ellos, y otros parecen que van a discutir antes saber el motivo por el que estamos aqui, aunque no me extraña viendo las pintas que llevan algunos, lo mejor será quedarse al margen por ahora.

Cita de: Der Metzgermeister en 29 de Octubre de 2011, 16:30- ¡Violeta, cuánto tiempo! Me alegra verte de nuevo. ¿Cómo estás?

"Oh, este chico. Al final le acabaré hasta conociendo."

-Muy bien, Jean Paul. No esperaba verte por aquí. A decir verdad, no tenía ni idea de lo que me encontraría. Solo me dijeron que era importante, ¿tienes idea de qué se trata?

Violeta miró de soslayo el incidente y devolvió rápidamente la mirada a su interlocutor. Pintoresca, inofensiva chusma. No se molestó en hacer ningún comentario. Tampoco es que se sintiese molesta por una situación ya para ella cotidiana.

Abandono mi rincon para acercarme a mi compañero.

-Tranquilízate, por si no lo has notado a nosotros nos enviaron para ser la cena de los Caitif. Si te matan hora le quitarás ese placer a nustros jefesitos y alguien más se llevará la bronca.- Digo con ironía.- Se un poco más considerado con nuestros compañeros del clan que tanto nos quieren.

- John, antes de todo esto era un respetado profesor, tú quemabas cosas, confía en mí.

- Ey, tortolitos, a menos que queráis que esta reunión de trabajo se convierta en un menage a plusieurs estaría bien que nos hiciérais un poco de caso.

{Esos dos parecen conocerse, mejor, compañeros compenetrados entre sí, siempre son una ventaja táctica}

- Y tú, Llanero solitario... Sí, tú, ojos de mar caribeño, no seas tímido y preséntate. Venga, si nos vamos conociendo, cuando venga Qadir ya habremos avanzado algo y podremos irnos antes. No sé vosotros, pero yo tengo libros que estudiar y sangre que beber.

¿Por qué yo? Es decir, de todos los ligados a mi sire cualquier otro número hubiera estado mas capacitado para una reunión social. Two se pirra por este tipo de eventos, Five es un reconocido cómico e incluso los gemelos Eight y Seven saben lidiar con este tipo de cosas. Aunque ahora que lo pienso, Two se cagó encima en medio del último evento en el que estuvimos; Five hizo un chiste de mal gusto sobre Morgan y los gemelos hacen honor al mote de Lunáticos. Vale, quizá no sea el peor al que enviar a este tipo de situaciones.

Observo la situación en la sala, y sobre todo la cantidad de objetos y personas. Todo en su sitio aparentemente, aunque algunos tienen mal patrón. Tengo que prestarle especial atención al tío de la coleta, ha cogido un mal número de objetos. Nota mental: involucrarse lo mínimo con él a ser posible. Si el número esta allí, significa que no todo nos va a salir a pedir de boca.
Por otro lado es probable que el número este presente también en la cantidad de sujetos...Nota mental 2: averiguar los clanes de todos antes de acercarme a quien no debo.

Al principio todo esta jodidamente aburrido, me estoy preparando un chiste sobre un anarquista, un Brujah y un Tremere que va a causar sensación, pero empiezan a discutir antes de que pueda recordarlo entero. Con disimulo extraigo la videocámara del bolsillo, uno de los guaridas me mira de reojo pero la extraigo de tal manera que quede bien claro para él lo que es. Con la tranquilidad de quien se rasca un grano, la enciendo y espero a que comience el verdadero show.

-Temo desilucionarte Magnus pero no he encendido un fuego desde hace décadas. Si quieres puedo conjurarte una llama de cartón... O mejor, un bloque de granito, al menos eso alguna vez estubo lo suficientemente caliente como para iniciar un incendio. Pero de seguro me harían sacarlo del loby a mi y me duele la espalda.

Cita de: Deke en 29 de Octubre de 2011, 16:50
-Muy bien, Jean Paul. No esperaba verte por aquí. A decir verdad, no tenía ni idea de lo que me encontraría. Solo me dijeron que era importante, ¿tienes idea de qué se trata?

- No. Sólo sé que el Sheriff me ha citado aquí. Al principio pensé que se trataba de algo a título personal, pues me encontraba solo, pero conforme ha ido llegando más gente, me temo que nos están reuniendo para algo muy, muy importante. Y no me gusta. Si te soy sincero, me inquieta bastante. No creo que nuestro querido Al-Asmal nos vaya a organizar una fiesta, ¿no crees? ¿Has tenido noticias al respecto de algo que haya sucedido en la ciudad o en algún otro lugar recientemente que por casualidad no haya oído?

Entra y mira al extraño grupo

Ni un gangrel más... Dice para sus adentros.

Están todos un poco tensos, lo cual la amedrenta un poco, pero como ella no se deja amedrentar por nada ni por nadie. Saluda a los presentes.

HOOOOOOLAAAAAAAAAAA, ¿aún no ha llegado Alex?

Se enfurruña un poco y se va a una zona algo apartada de los demás. Para sus adentros empieza a murmurar Toreadores, Ventrues, Malkavians, ... A quién se le habrá ocurrido llamarlos...

*Suspiro con resignación*.

Cita de: Der Metzgermeister en 29 de Octubre de 2011, 17:15¿Has tenido noticias al respecto de algo que haya sucedido en la ciudad o en algún otro lugar recientemente que por casualidad no haya oído?

-Hmmm...No, nada destacable. Nada como para implicar al Sheriff a este nivel, vaya.

Cita de: Logan en 29 de Octubre de 2011, 16:58- Ey, tortolitos, a menos que queráis que esta reunión de trabajo se convierta en un menage a plusieurs estaría bien que nos hiciérais un poco de caso.

Sigh. Neonato, seguro. Pobrecillo. Tanta rabia tenía que ser síntoma de muchos complejos.

-Discúlpame un segundo, Jean Paul.

Violeta se volvió hacia el barbas con una educada sonrisa. No necesitaba hacerse la ofendida ni tomárselo como algo personal. Esas provocaciones de los pasionales son una perdonable peculiaridad de la pataleante rebeldía de los inexpertos. No iba a odiarle, tampoco había sido insultante, solo torpe. Simplemente alguien debía enseñarle modales.

Se dirigió a él con paciencia, pero sin superioridad; con la firmeza del que puede dejar en ridículo al otro por sus propios fallos. No necesitaba más que eso.

-Disculpa, -su tono de reproche era el que se usa con una persona a la que estás mostrando haber cometido una enorme estupidez- ¿TÚ me conoces A MÍ acaso para dirigirte a mí de esa manera?

Y entonces, sus ojos se ensombrecieron de forma solo perceptible para Magnus. Su mirada decía todo lo que alguien con prestigio suficiente para estar en esta reunión ya debería saber: Que semejante falta de respeto es un insulto hacia alguien que no te ha hecho nada, y tratándose de alguien tan influyente como Violeta, esa conducta le llevaría fácilmente al descrédito ante los ojos del Príncipe y enfurecería a su clan, que le abroncaría arrepentido de haber confiado en alguien tan torpe.

Y si Magnus sabía lo más mínimo acerca de Violeta, sabía que poseía perfectamente el poder para hacerlo. Pero su mirada le estaba diciendo algo muy diferente. Le estaba diciendo que le perdonaba. Pero si volvía a hacerlo, haría que se arrepintiese.

Mirada Aterradora

Excepcionalmente el Brujah había conseguido resistir sus impulsos e incrustar cualquier tipo de objeto en el cráneo del molesto tremere {Tirada Autocontrol --> 2 éxitos}, sin embargo y para sorpresa de algunos de los presentes fue la bella Toreador quién decidió poner fin a aquella grotesca escena.

Empleando sus poderes de la sangre dirigió una furibunda mirada al vástago al tiempo que se dirigía a el con unas palabras cargadas de un  tremendo poder {Mirada aterradora --> 4 éxitos :lol: }.

El burlón rostro del Tremere se tornó en pavor y retrocedió aterrorizado, sus manos se alzaron golpeando las puertas del ascensor intentando abrirlas para huir, sin éxito alguno, terminando encogido sobre si mismo gimoteando en el suelo.

Violeta no tuvo la soberbia de enorgullecerse de lo que había conseguido. Pobre chico. Ella esperaba que fuese a estar hecho de una pasta más dura.

Sí, reconozcámoslo; su intención siempre había sido humillarle, pero no con malicia, sino para educarle. Quizás era todavía muy joven para defenderse en estos casos.

Sin el más mínimo atisbo de satisfacción victoriosa en su rostro, sino todo lo contrario, con preocupación maternal, se acercó al barbas antes de que se pusiese del todo lamentable.

-Hey, chico. Vamos, no pasa nada. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, no era una amenaza, solo una advertencia. Venga, levanta de ahí. Estoy segura de que podemos continuar la noche en completa paz.-le devolvió una suave sonrisa.

Algo de Carisma + Empatía o similar para ayudarle a calmarse, si puede ser.

La mirada aterradora dio paso a una voz suave y cariñosa, que hizo reconfortarse al Tremere inmediatamente. {Tirada Carisma+Empatía --> 6 éxitos}

Todos los presentes quedaron impresionados por la gracia de la joven y por su radiante sonrisa.

*Jean Paul sonríe mientras completa el espectáculo que Magnus está realizando

Neonatos... ¿Cuánto tiempo debe llevar viviendo como vástagos? ¿Una década? Ingenuos, aún no son conscientes de lo que significa la sociedad vampírica y con su ego se creen con derecho suficiente a estar por encima de los demás.

Mmm... ¿Quienes serán toda esta gente? Ese tipejo de ahí parecía conocerle. Otro neonato fanfarrón y maleducado, pero quizás pueda sonsacarle algo.

*Jean Paul le dedica un sonrisa a Victoria y le señala mediante gestos que seguirán su conversación más tarde mientras se dirige a John Conor.

- Perdona, ¿me disculpas?. Hola, ¿qué tal? Siento que tu, eh.. amigo se haya asustado un poco por culpa de mi compañera, aunque en lo personal, creo que deberíais mostrar un poco más de respeto. No es necesario recordaros que estáis en un edificio propiedad del Sheriff y que armar jaleo no es una buena idea, ¿verdad?.

*Mira a John con cara de buenas intenciones y le tiende la mano.

- Jean Paul. ¿Y tú?

Alexander observa la escena sin decir nada. Sí, la toreador ha salido del paso con mucho encanto, pero quizá le hubiera hecho un mayor bien al tremere dejándole aterrorizado para evitar que su boca le traicione frente a alguien menos apacible. Como el Brujah, por ejemplo.

De momento, la fiesta es tan interesante como incómoda. Hay gente muy curiosa, pero no justifican el esfuerzo de permanecer en un sitio así mucho tiempo. Algo grande ha debido de pasar.

Los cainitas más cercanos al Tremere, sobretodo los Gangrel quedaron fascinados por la voz, la gracilidad y el aspecto de Jean Paul, desde luego se trataba de una persona totalmente encantadora {Fascinación --> 3 éxitos}

Cita de: Logan en 29 de Octubre de 2011, 16:58
- Y tú, Llanero solitario... Sí, tú, ojos de mar caribeño, no seas tímido y preséntate. Venga, si nos vamos conociendo, cuando venga Qadir ya habremos avanzado algo y podremos irnos antes. No sé vosotros, pero yo tengo libros que estudiar y sangre que beber.

Me iba a levantar del sofá para decirle un par de cosas, pero una preciosa Torador se adelantó. De la misma manera que la chica dejó aterrado al joven, consiguió en tan solo un instante que se calmara.
Parece que va a ser interesante todo esto después de todo.

Sucedieron cosas más rápido de lo que me hubiese gustado. Mientras el tipejo de los malabares tenía un duro cruce de palabras con la estirada de las gafas de sol y el otro estirado hablaba con el pirómano, me dediqué a aprovechar que nuevamente me había quedado fuera del centro de atención para repasar con la mirada a todos los presentes registrando en mi memoria sus gestos y acciones. Había hecho mal chocando tan pronto con el malabarista, lo mejor sería limitarme a observar, intentar no perder la calma y mantener la guardia alta hasta saber qué estaba haciendo ahí.

Mientras comtemplo el espectáculo de Magnus y la toreadora siento que me hablan. Tardo uns momentos en girar la cabeza, era demasiado patético que pudieran manipularlo tan fácilmente. Definitivamente yo estaba por encima de él, nadie puede manipularme de esa manera.

Cuando me giro me encuentro con el cainita más maravilloso que alguna vez halla visto.

-Encantado de conocerte Jean, mi nombre es John Conor.-Devuelvo fervorosamente el saludo.- Agradesco la intervención de tu compañera, una cosa es intentar romper el hielo y otra es... bueno esto.

-Puede que halla escuchado los rumores que corren sobre mi, pero le aseguro que son falsos.

-Pues yo diría que te he visto en algún video casero, tio - digo sonriendo divertido a media voz. El tipo lleva actuando raro toda la noche, a ver si cosigo una buena escena.

De momento parece que los toreador se estan luciendo cada uno a su manera, muy al estilo del mentor. Me pregunto para mi si se conoceran, pero descarto preguntar. No aun, no es el momento. Por ahora estoy recibiendo buenos planos.

-Seguramente se trataba de ese maldito pirómano que tiene mi cara. Me aseguraré de quitársela en cuanto lo encuentre.- Me doy cuenta de que estoy apretando los puños y hago una pequeña pausa para tranquilizarme.- Pero dejemos de hablar de esos temas, aún guardo alguna esperanza de que el Sheriff no conozca youtube. ¿Tienen alguna idea de por qué estamos aquí?

Me alejo de todo, sorprendido aún. Esos dos vástagos son increíbles.

Se acerca a Jean Paul

Hola, me llamo Eire y soy pelirroja

Cita de: El tipo en 29 de Octubre de 2011, 22:57
-Seguramente se trataba de ese maldito pirómano que tiene mi cara. Me aseguraré de quitársela en cuanto lo encuentre.- Me doy cuenta de que estoy apretando los puños y hago una pequeña pausa para tranquilizarme.- Pero dejemos de hablar de esos temas, aún guardo alguna esperanza de que el Sheriff no conozca youtube. ¿Tienen alguna idea de por qué estamos aquí?

-Ordenes de arriba - primer plano a la cara del tal John-. Y cuando vienen de tan arriba no suelen dar muchas explicaciones. De todas formas, si te consuela veo un buen patron entre la mayoría de nosotros - doy un pequeño giro para captar mas expresiones-. No vamos a morir, bueno no aquí. O eso creo, no suelo equivocarme...casi nunca - vuelvo a apuntar a su cara-. Aunque no creo que ninguno tuviera elección. Cuando el principe te dice que bebas, solo puedes preguntar cuanto.

El Malkavian comenzaba a caerme pesado ¿Me estaba filmando de verdad? La luz de la camara parecía indicar que si. Como fuera, estaba quedando bastante gracioso y yo no iba a ser quien le cortara el juego. Mejor que otro fuera el que lidiara con su demencia en cuanto pierda la cámara.

-Tan cierto como la vida misma.- Digo mientras me aparto un poco para indicar que no quería seguir hablando. Valla uno a saber donde iba a terminar ese video.

*Jean Paul se gira para atender a la persona que se está dirigiendo a él y...

¡Oh, Dios Santo! ¡Un Gangrel! ¡Y casi me toca!

*El atisbo de una ligera mueca intenta asomarse a su cara, pero logra reprimirla sin que apenas se note nada. Se sorprende de la reacción de la chica, que para nada esperaba.

Bueno, supongo que si un humano puede tener animales de compañia la Camarilla tiene derecho a disponer de sus propias mascotas con la que jugar. En cualquier caso, no perdamos los nervios. Parece que la chica hace todo lo posible por esforzarse.

- Encantado, Eire - le dedica una majestuosa sonrisa - Yo soy Jean Paul, para servirte en lo que plazcas. - inclina levemente su cabeza a modo de saludo y le tiende la mano - Veo que vienes acompañada.

Mira la mano, mira a Alex, mia a Jean Paul y se aleja a donde están el resto de los gangrels

Un ligero carraspeo cortó las conversaciónes, todos os girasteis hacia uno de los guardia que tenía la mano en la oreja como si atendiese a algún comunicador.

-El señor Al-Asmal os recibirá ahora- dijo con seriedad mientras tanto él como su compañero se apartaban permitiendo el acceso a la escalera.

-Vuestros guardaespaldas deberán de esperar aquí- añadió el otro manteniendo la actitud marcial.

Ascendisteis por las sencillas escaleras blancas hasta una puerta de cristal opaco que se abrió ante vosotros, frente a vuestro extraño grupo se habría una sala de reuniones medio en penumbra.

Al fondo presidiendo la mesa se encontraba la inconfundible figura de tez oscura que era Qadir, Sheriff de Nueva York, a sendos lados de él estaban la primogénita Gangrel cuyo rostro bestial mostraba patentes signos de preocupación y David Morgan, Azote de la ciudad cuya mirada se encontraba perdida en el infinito.

El Toreador no se puso de pie ante vosotros y os escrutó con la mirada, dirigiendo un único gesto cariñoso, a modo de sonrisa, a Violeta. Después os indicó que tomaseis asiento en una de las butacas de cuero negro situadas alrededor de la mesa, varios cuadros decoraban las sobrias paredes del interior de la estancia a cuya izquierda se abrían otras puertas de cristal que daban acceso a las habitaciones privadas de Qadir.

Hago una reverencia y tomo asiento en silencio. El ambiente no era apropiado para nada más.

Éire corre a coger sitio y coge otra silla

- Aleeeeeeeex, aquí! Te he cogido un sitio!

Avanzo con decisión hacia el asiento junto a Morgan, es el único en la sala con la suficiente cabeza como para entender realmente la REALIDAD detrás de todo este cuento. Incluso teniendo en cuenta que no suele estar en el camino de la erudición del resto de los nuestros.

Deposito la videocámara sobre la mesa y la apago frente a todos. Si el momento debe ser registrado ya me lo ordenaran, hay que respetar las Tradiciones si no quieres alterar los patrones.

*Jean Paul hace una leve reverencia y toma asiento tratando de buscar compañías acorde a él en los asientos contiguos.

El Sheriff dirigió una furibunda mirada a la Gangrel, mientras Jezabelle se encogía de hombros.

-Si no sabéis comportaros no seréis bien recibida aquí- pronunció con desprecio -y dejareis de gozar de la protección del Príncipe ¿a quedado claro?

Tras ver el funesto espectaculo en el loft agradezco que por fin entraramos a ver al sheriff y que nos explique que hacemos tantos vampiros juntos en un mismo edificio, me huele a trampa del sabbat solo espero que Polonia no piense lo mismo.

Hago una leve referencia y tomo asiento cerca de mis compañeros de clan

Alexander hace una reverencia y tira ligeramente de Eire hacia abajo para que se siente en silencio.

- Perdón ¬¬

Miro a todos. Trajeados, estirados, un pirómano, un malabarista, dos sujetos francamente horribles y un par de gangrels indiscretos. Luego de tragar saliva, encuentro que lo más sensato es sentarse en silencio al lado del tipo con la cámara.

La sala es bastante lujosa, digna del Sheriff, hago una pequeña reverencia y me siento junto a mis compañeros.
Parece que algunos no comprenden lo que significa estar delante de tan alta figura y siguen llamando la atención. Espero que nos digan ya el motivo por el cual estamos aquí, por muy Sheriff que sea odio tener que esperar y más con vampiros tan extraños.

El plantel era, cuanto menos, insoportable. La amargada de la toreadora jugando con el payaso de los malabares, el otro capullo grabando en video, el asqueroso estirado y sucio saco de mierda de Jean Paul intentando parecer agradable y serio, sin contar con que he visto perros rabiosos más tranquilos que la gangrel.
Espero a que entre el resto de vástagos en la sala para dirigirme hacia allí en último lugar. Al entrar ocupo secamente el único asiento vacio, haciendo antes un amago de reverencia al sheriff, mostrando mi intención, pero no ostentosamente.

Violeta le devolvió distraídamente la sonrisa a Qadir. Remoloneó con disimulo a la hora de elegir asiento para sentarse al lado de Magnus como el que no quiere la cosa. El asiento le daba igual, así que prefería aprovechar para dejar claro a Magnus (y a los otros asistentes, claro, todo es imagen), por si acaso le quedaba alguna duda, que no tenía problemas con su compañía.

{Genial, como de costumbre, siempre hay favoritismos en las altas esferas. Necesito tener a esa toreadora de mi lado...}

Entro en la sala, aún un poco aturdido, me gusta bromear, pero el sherif es otro mundo, me gustaría decirle las cosas igual que a los demás, pero si quiero hacer del mundo un lugar mejor, me vendría bien seguir no-vivo. Miro al sherif, sentado, está deseando que cometa un error, no le daré el gusto. Hago una reverencia formal y perfectamente hecha, surgida de años de práctica (queráis que no, un tremere como yo no es la primera vez que se encuentra ante altas esferas, aunque sea para una reprimenda). Bien, queda satisfecho. Ahora, debería elegir un buen lugar donde sentarme, lo primero será alejarme de John. Sentarme justo enfrente del sheriff podría ser considerado una ofensa, pero demasiado escondido parecería que tengo miedo.

Me siento en el centro del lateral, Violeta se sienta a mi lado. Se siente superior a mí. Ya cambiará de opinión, de momento ser orgulloso no me llevará a ningún lado. La miro y sonrío amablemente. Le dirijo unas palabras en voz baja, aprovechando el ruido de sillas moviéndose antes de que empiece la reunión:

- Lamento el incidente de antes, no pretendía ofenderte, sólo animar un poco el ambiente. Espero que podamos llevarnos bien.

Caerle bien a Violeta [carisma + liderazgo] (o lo que khalanos tenga a bien tirar para conseguir mi objetivo.

Tras esas breves palabras, me siento un poco inclinado, apoyando los antebrazos sobre la mesa y esperando a que el sheriff hable sin montar jaleo. Mi actuación me ha proporcionado datos suficientes de un par de nuestros miembros. Espero que los demás sean igual de buenos, así al menos tendremos alguna opción de sobrevivir.

El Tremere se disculpa educadamente, al final resultará que es un vampiro simpático Carisma+Empatía --> 2 éxitos

"Ya me olía yo que este chaval no tendría malas intenciones. Parece que sabe hacer las cosas bien. ¿Qué mosca le habría picado antes? Quizás es joven simplemente. Espero de corazón que haya aprendido algo. Se encontrará con vástagos mucho más duros que yo."

-No me ofendiste. No tienes por qué disculparte.-sonrió, y ya está. Sin más. Sin establecer vencedores ni vencidos, ni plantarle una lección moral. La vanidad es algo burdo y vulgar, propio de los farsantes y no de los realmente elegantes. El que hace las cosas bien de verdad no necesita presumir de ello.-Me llamo Violeta. Hablamos luego.-y se giró hacia Qadir, a la espera de que comenzase.

Carisma+Empatía --> 3 éxitos Al Tremere le parece cada vez una mujer más encantadora

Alexander permanece en silencio, esperando a que comience la reunión para que se desvíe la atención puesta sobre Eire y, por extensión, sobre sí mismo. Siempre que volvía a encontrarla después de un tiempo separados le daba la impresión de que se había vuelto incluso más infantil. En otras circunstancias le daría igual lo que pensaran un montón de desconocidos, pero ahora estaban en presencia del sheriff, con la primogénita delante. Había jurado cuidar de ella, pero sabía reconocer sus límites y ese era uno muy obvio. No podían permitirse armar escándalos. Luego hablaría con ella.

Se dio cuenta de que hacía tiempo que no utilizaba una silla. Era raro.

El puño del Sheriff se cernió sobre la mesa y cayó convirtiendo la cámara digital del Malkavian en un amasijo informe de plástico, metal y componentes electrónicos variados.

-Ahora que ha quedado claro mi humor, y que no tengo la menor intención de aguantar más sandeces de un puñado de neonatos podemos empezar- dijo Qadir furibundo mientras Morgan esbozaba una ligera sonrisa, casi divertido.

-Ayer por la noche- dijo este último tomando la palabra -ocurrieron en distintas partes de la ciudad varios actos, que aunque no estamos seguros de que fueron cometidos por vástagos, son cuanto menos extraños y han llamado poderosamente la atención de los humanos, cosa que no podemos permitir.

Qadir alzó en ese momento un mando de televisión y se hizo a un lado permitiendo que todos vieseis la pantalla que había tras de él, en ella aparece una grabación de baja calidad hecha por un móvil, podéis distinguir "¿qué cojones?" y "corre, llama a la policía" pronunciados por quienes grababan la escena.

Frente a ellos clavados en dos cruces invertidos se encuentran dos vampiros semidesnudos y llenos de heridas próximos al frenesí ya que los primero rayos de sol despuntan en el horizonte, tras las colinas arboladas del Zoo del Bronx.

Sus cuerpos magullado esta lleno de tatuajes del Sabbat, concretamente de los Setita antitribu, los serpientes de la luz, comienzan a oírse las sirenas de emergencias en las cercanías cuando son alcanzados por los rayos del astro rey, estallando en llaman entre gritos de agonía.

Qadir apaga la pantalla -hemos tenido que emplear la ayuda del clan Nosferatu para hacer desaparecer decenas de copias de este video de Youtube- dijo el Sheriff saludando a los dos representantes de dicho clan con una inclinación de cabeza -no me malinterpretéis- añadió -soy el primero que se alegra de que dos miembros del Sabbat alcancen la verdadera muerte, pero no llamando la atención de esta manera.

Hubo una ligera e incomoda pausa mientras el Azote extendía por la mesa una serie de fotografías que había sacado de un fichero en el que podía leerse claramente New York Police Department -esto ocurrió también anoche en un almacen junto al puerto, en Brooklyn.

En ellas se veía al menos tres vagabundos desmembrados, con cuyas extremidades se había construido un pentáculo alrededor de sus torsos, los cuales habían sido destripados para a ser cosidos de nuevo, además habían sido empleados de soporte para clavar tres largos pinchos de hierro donde habían ensartado sus cabezas.

Alrededor escritos en sangre había multitud de signos así como velas negras, polvos, plantas extrañas y objetos propios de la religión vudu.

Los dos Tremere fijaron su atención en las fotografías que el Azote había colocado sobre la mesa, e incluso cogieron alguna para poder observarlas más de cerca.





Las imágenes hicieron que tanto el director de cine Malkavian como Jean Paul el Toreador clavaran sus ojos en la pared, ajenos a todo lo que ocurrían en la sala, perdiendo sus mentes.





-Os dividiréis en dos grupos- sentenció el Sheriff -unos acudiréis a Belmont, en el Bronx, territorio Giovanni, para averiguar lo que podáis sobre los Serpiente de la Luz, los demás iréis a la nave donde se produjo el crimen a ver que podéis averiguar. No es opcional.

Me interesó mucho más el asesinato de los vagabundos que la chorrada de las ratas setitas para llamar la atención. No tenía sentido ir al bronx con los Giovanni, era escalofriante. Una voz hosca, áspera y desagradable salió de mi boca:

-Yo iré a Brooklyn, Sheriff.

Volví a hundirme en el asiento tras hablar, calando el rostro entre las solapas de la gabardina.

-Si se me permite sugerir algo, creo que deberían mantenerse atentos a cualquier movimiento de la Guardia Nacional cerca de NY. Hay algo en ellos fuera de LUGAR, algo muy tres que no me gusta. No es buen patrón, nada bueno.

Cierro los ojos e intento concentrarme en las imagenes, aunque es inutil. Las conexiones entre ellas se deslizan como arena entre mis dedos. La REALIDAD tan cerca y tan lejana al mismo tiempo.

*Saliendo de su ensimismamiento, Jean Paul se sobresalta levemente.

¿Pero qué...? ¿Qué ha sido eso? ¿Habrá sido una alucinación? Juraría haber visto el Empire State y entonces esa luz que...

*Un terrible escalofrío le recorre el cuerpo cuando vuelve a pensar en ello. Se fija en su mano, que tiembla levemente. Intenta fingir normalidad y esconde la mano en el bolsillo de su americana.

Debía ser una pesadilla, ¿pero cómo iba serlo si estaba despierto? Es igual, olvídate de ello por ahora. Estás en una reunión importante tratanto un asunto a todas luces bastante serio.

*Oye al Malkavian decir otra cosa más sin sentido. Suspira.

En fin. Veamos qué hay en esas fotos.

Tirada para ver qué saco de las fotos [Inteligencia+Ocultismo]

{Genial, gente poderosa armando bulla. Esto es peor de lo que me imaginaba. Será mejor que memorice estas escenas, puede que más adelante consiga información que me permita sacar algo más en claro...}

Bien, al menos el resto de mis compañeros no parece que se hayan tomado esto a la ligera ni están dando saltos porque hayan muerto un par de Sabbat.

- No sé apenas nada de estos rituales, pero lo que he visto no es bueno, esto es magia poderosa, muy poderosa. Como bien sospechaban nuestros superiores, esto no es obra de unos vástagos divirtiéndose, ni de unos vándalos. Esto es peor, bastante peor. Y peligroso. Sr. Qadir, si me lo permite, sugiero que John y yo nos separemos, uno a cada grupo, así tendremos a un experto en rituales en cada escena, y puede que consigamos sacar algo en claro.

[liderazgo + carisma] para que me hagan caso.

Irme al Bronx a tratar con la familia Corleone - psé mas quisieran ellos - de los no-muertos; o a un almacen en Brooklyn para trabajar a mi aire. Desde luego voy a obtener mejores planos en el segundo lugar.

-Desde luego creo que mis conocimientos serían mas útiles en Brooklyn, Sheriff. Pero si consideras que seré mas útil en el otro lugar, ire igualmente de buena gana.

[Astucia+Expresion] para que considere seriamente lo que he dicho

-Yo no sé nada sobre rituales, ni mucho menos reconozco los de esta clase -pronuncia Alexander, mirando las fotografías-. Pero he viajado por Egipto y conozco su lengua. Si hay setitas metidos en todo esto, es lo único que puedo ofrecer aparte de fuerza. Estoy a su disposición.

-Creo que los Sabat simplemente fueron ejecutados para enviar un mensaje. Pero iré a donde me ordenes.- Digo sin apartar la vista de las fotos, algo se me escapaba.

- Si se me permite opinar, creo que aquellos que sean más aptos para negociar deberían ir a hablar con los Giovanni. Es mejor intentar mantener unas relaciones diplomáticas aunque haya que prepararse para lo peor. Aquellos más aptos para rastrear e investigar deberían ir a la zona del crimen, en mi opinión.

Tirada de [Carisma + Empatía]

Miro las fotos con detenimiento. Ya había tratado con el Sabbat en el pasado y algo sabía de sus asquerosos rituales. Intento hacer memoria intentando recordar si había visto alguna vez un asesinato parecido. Inteligencia+Ocultismo/Investigación/loqueveas para intentar sacar algo de las imágenes. Mientras, me giro hacia el Sheriff y le comento.

- Estoy de acuerdo con él. -Señalo con descaro al estirado que acaba de hablar.- Por otra parte, yo serví durante mucho tiempo en la lucha contra el Sabbat en España, como sabrá. Creo poder hacer ambas cosas y conozco cómo tratar con esta escoria. Iré en el grupo que usted crea que seré más útil.

Sangre...

Después de mirar las fotos envelesada, al volver en mi digo: - A mi me da igual donde ir, pero si es posible, no quiero separarme de Alex, por favor.

Tirada de carisma+loquesea para poner carita de pena

Violeta no pudo evitar sonreír mientras veía el violento final de los Sabbat. Algo habrían hecho para merecérselo, seguro: además, no eran solo Sabbat, encima eran Setitas.

Las imágenes de los vagabundos despertaron en ella una reacción muy distinta. Probablemente no eran más que mortales inocentes, ¿qué habían hecho para merecerse ese final? Hay que tener mucho mal Chi en el espíritu para cometer una atrocidad así.

-Discúlpenme, pero no sé qué les hace pensar que nuestra tarea en Belmont se limitará a charlar con los Giovanni. Podemos encontrarnos allí con cualquier cosa, así que no creo que sea buena idea enviar a una cuadrilla puramente diplomática. A mí, por cierto, me es indiferente adónde acudir.-Qadir la conocía lo suficiente para saber qué esperar de ella.-Por cierto, ¿se ha hecho ya algo con los testigos que sacaron el vídeo?

Eire: Carisma+Empatía Dif 5 --> 4 éxitos
Kurt: Carisma+Empatía Dif 7 --> Fallo
Magnus: Carisma+Liderazgo Dif 6 --> 3 éxitos
Jean: Carisma+Empatía Dif 4 --> 6 éxitos

Las palabras del Toreador eclipsaron la de los demás, había hablado con sentido común y lógica y el Sheriff meditó durante unos segundos tras escucharle, después habló Violeta y Qadir se dirigió directamente a ella -tengo entendido que sus memorias han sido borradas.

-Bien, los grupos se dividirán de esta forma, efectivamente debemos enviar un grupo diplomático ante los Giovanni el cual irá acompañado del mayor potencial militar, Juan y Alexander constituiréis la escolta de los Toreador y los Ventrue que acudirán junto a los Giovanni, Amanda tu en cambio-  dijo dirigiéndose a la guapa Ventrue -irás a Brooklyn para que controles a los demás, en tu lugar, irá al Bronx la Nosferatu.

-Los demás- dijo el Azote continuando las palabras del Sheriff -iréis a investigar el ritual, disculpad que no cumplamos con vuestra petición- continuó mirando a Eire -pero debemos enviar alguna escolta, aunque sea menor, con el otro grupo.

Al escuchar al sheriff casi se me cae el mundo encima. "Genial", pensé, "simplemente genial. Voy a hacer de guardaespalda de un grupo de estirados y trajeados." Me removí en la silla un poco incómodo y me dirigí al toreador que había hablado, quien hasta ahora había demostrado ser una estirada con sentido común.

- Cuando lo consideréis oportuno, podemos partir. Yo no dispongo de ningún medio de transporte, pero supongo que tendremos que ponernos de acuerdo en ese punto. ¿Por casualidad alguno de vosotros ha tratado antes con los Giovanni?

Claramente decaída, digo un tímido "vale" con resignación.

-Señor Guzman si quiere puede venir conmigo-

No estara mal tener alguien que sepa luchar

-Vamos señores que cuanto antes vayamos antes podremos seguir con nuestros asuntos-

- Cómo vamos a ir? Corriendo? Está lejos?

Dejo de mirar las fotos y me dirijo al grupo

-Me da igual con quien o como vallamos, solo hagámoslo antes que alguien altere el lugar.

-El principado ha puesto a vuestra disposición vehículos- dijo el Azote -si hacéis el favor de acompañarme. dijo el Azote mientras se ponía en pie.

*Jean Paul se levanta y sigue a Morgan mientras hace un comentario espontáneo al grupo en general.

- Deberíamos intercambiar al menos unos pocos números de teléfono para mantenernos en contacto los de un grupo con los del otro. ¿Sería mucha molestia?

*Cuando sale fuera, ordena a James para que se prepare para marcharse. Acto seguido espera a que venga el coche correspondiente.

- Vamos, James. Es hora de irse. Hay trabajo que hacer.

*Observa una vez más a todos los vampiros, reparando unos momentos en aquellos dos que parecen ser Nosferatus y pensando por unos instantes en que tiene que averiguar quiénes son.

Miro al Ventrue que me habló y encogiéndome de hombros le respondo.

- Agradezco su oferta, pero al parecer tienen todo pensado estos del principado.

Me giro y sigo a Jean fuera del edificio, donde intercambio con él mi número de teléfono. Cuando llegan los coches intento meterme en el que menos trajeados haya, no estaba de humor para intercambiar palabras agradables con estirados.

Alexander se levanta para seguir al grupo. Espera poder quedarse un momento con Eire en privado antes de separarse. La decisión del sheriff no le ha molestado tanto como pensaba que lo haría; el hecho de que el Brujah y él fueran juntos dejaba claro que su misión era más peligrosa y que, por tanto, ella se encontraba "a salvo". Se las arreglaría. Aun así, era vital que se mostrara más cuidadosa con sus nuevos compañeros. No podía permitirse que no la tomaran en serio o (peor aún) que provocara a alguno sin sentido.

Al oír la proposición del toreador, asiente con la cabeza y saca su viejo móvil para comprobar su número. Se sorprende de que aún funcione.

Me levanto y voy me quedo junto a Alex con carita de pena.

- Parece que fue ayer cuando nos reencontramos, y ya nos vuelven a separar... sniff sniff... Eso es un móvil? Tiene juegos? Yo también tengo uno, pero está más nuevo, tiene menos suciedad y eso. Cuál es el pin? Te puedo leer los mensajes? Tiene internet? El mío sí, aunque no suelo usarlo. Si tienes internet, podemos hablar por whatsapp...

Miro disimuladamente a la Gangrel ¿De verdad era buena  idea ir con ella? habría preferido al Brujah pero podía entender porque no llevarla en una misión diplomática. En fin, seá una experiencia interesante sin duda.

Apunto en mi celular todos los números que dicen y doy el mio mientras los sigo hacia los coches.

-Si es necesario puedo conducir.

Me reincorporo con ganas, tengo un amplio deseo palpitante de llegar a la escena en mi lobulo derecho, o en el izquierdo, o en toda la puta cabeza. El caso es que alguien dice algo de telefonos moviles cuando ya estamos saliendo y yo suelto el mio de memoria. No tiene ningun número malo, pedí expresamente que no lo tuviera. Como noto que me miran extraño lo repito y añado:

-Espero que lo tengais ya memorizado, no pienso volver a repetirlo porque tendría que hacerlo dos veces.

No me entenderán, pero no hace falta. Yo lo hago y con eso el orden se mantiene intacto. Y hablando de orden y concierto, quizá conviene que yo mismo cuide del patrón de mis visiones. Busco en la agenda y hago una llamada rápida. Tarda en cogerlo, se oye mucho ruido de fondo pero yo mantengo la conversación a media voz.

-Dammon, soy Kurt [...], ¿que Kurt? Kurt "Ten", colega. Tengo que pedirte un favor [...] Si, es algo simple no tienes que mancharte las manos [...] Ajá, lo haré pero tu buscame esto: estación de la Guardia Nacional más proxima, las pegas que te ponen para grabar allí y si es posible sacar vehículos del lugar para...[...] No, no. Me da igual el precio, solo quiero saber eso [...] Si, gracias. Ya hablaremos.

Cuelgo el telefono y centró mi atención en Morgan. Al parecer tienen coches para los grupos, no son de mi agrado. Además, cabe la posibilidad de compartir con el asustadizo del loft. Recordatorio: No acercarse demasiado a él para evitar problemas.

-Si me disculpais, yo ire en mi moto para evitar perturbar el equilibrio universal - digo sin darle mayor importancia-. Seguire el coche, y así llamaremos menos la atención que si vamos todos de la manita. No nos conviene parecer un grupo en pleno intercambio de drogas. Si alguno quiere venir, es bienvenido - digo sin especificar-. El de la coleta no, sin acritud. Creo que llevas un patrón muy tres - apunto precisando.

Cita de: Poison Gilr en 31 de Octubre de 2011, 00:22
Me levanto y voy me quedo junto a Alex con carita de pena.

- Parece que fue ayer cuando nos reencontramos, y ya nos vuelven a separar... sniff sniff... Eso es un móvil? Tiene juegos? Yo también tengo uno, pero está más nuevo, tiene menos suciedad y eso. Cuál es el pin? Te puedo leer los mensajes? Tiene internet? El mío sí, aunque no suelo usarlo. Si tienes internet, podemos hablar por whatsapp...

Alexander murmura las respuestas con resignación al ritmo que su compañera hace las preguntas.
-Sí, no lo sé ni me importa, no te lo digo, no, no, no sé ni qué es eso *Suspiro* No voy a estar contigo en esta misión, y la inmensa mayoría de la gente no tiene la misma paciencia que yo. Ten cuidado, anda. Y procura no ser tan escandalosa.

Se fija en la dirección que toma el Brujah. No son estables. No son el mejor compañero para tener demasiado cerca si las cosas se sacan de quicio. Pero no son toreadores ni ventrues, así que será mejor buscar su compañía, piensa, si va a tener que estar metido en un coche con más gente.

Escucho con resignación la reprimenda de mi compañero.

- Vaaaale, me portaré bien, seré buena y pasaré inadvertida. Te echaré de menos, tiene pinta de que lo vuestro es más peligroso. Si te mueres y no vuelves, te mataré yo misma con mis garras ò.ó

Acto seguido salgo corriendo hacia Kurt, el malkavian:

- Me pido ir en moto!

{Fantastibuloso: un loco, una niña asesina, un tipo raro, una snob meditabunda y mi compañero pirado. Espero que al menos sean útiles si las cosas se ponen difíciles. Debería hacerme amigo del malkavian, si está aquí dudo que sea sólo un loco. La gangrel infantiloide posiblemente nos ayude en el combate, mi "colega" tremere espero que no nos estorbe demasiado  y respecto a los otros dos, debo saber algo más de ellos. Ya los pondré a prueba.}

Con un desagrado bien disimulado me levanto de la silla. Unos cuantos se están intercambiando los números de teléfono. Hago lo propio dándoles el mío y apuntando los suyos, nunca se sabe cuándo pueden hacer falta este tipo de cosas. Me aseguro de conseguir el de Violeta. 

Una vez apuntados los números, me dirijo hacia la puerta, al menos nos llevan en coche. Vaya, parece que Kurt está armando un poco de jaleo, con los malkavian nunca se sabe... Oh, y ahora Éire quiere ir en moto...

{Genial, espero que si le dicen que no al menos no tenga una pataleta, una gangrel enfurruñada no es algo que quiera tener de compañero en un coche... Nota mental: apréndete sus nombres y llámales por él, te evitará problemas en el futuro.}

- Bien, no hay tiempo que perder, vayamos a investigar.

{No me gusta, tengo un mal presentimiento sobre esto.}

Me doy la vuelta y salgo hacia el coche, si los demás van a seguir remoloneando prefiero esperarles en la calle, junto al coche. Necesito aire fresco. Mierda, ni siquiera he desayunado. Me apoyo en una pared cercana al coche mientras espero a que vengan mis compañeros. Saco el zippo del bolsillo y juego con él, lo abro y lo cierro. Me gusta cómo suena. Estoy nervioso, no debo parecer nervioso. Fuerzo una sonrisa, pienso en cosas alegres. Pienso en mi objetivo. Guardo el mechero y saco la baraja de cartas. La barajo y juego con ella, incluso nervioso soy buen crupier. Ya estoy más relajado, comienzo a hacer sencillas florituras con las cartas mientras los demás bajan, espero que al menos estar el primero me dé la oportunidad de elegir sitio. Va a ser una noche larga, contemplo el cielo. Ver la luna siempre me ha dado fuerzas, tanto antes como después del Abrazo. Todo era más sencillo en Cambridge...

Permanezco en mi asiento, dubitativo, escuchando el jaleo que comienzan a armar con el baile de números de teléfono. Memorizo algunos, apunto otros. Espero a que la sala comience a quedar vacía para acercarme al sheriff.

-Señor- Casi susurrando. -Tengo algunos buenos contactos en la ciudad, quizá sepan algo interesante sobre todo esto. Me gustaría hacerles una breve visita antes de ir al almacen, no tardaría mucho, media o una hora, si usted me lo permite. Sería rápido, luego contactaría con los vástagos que ha mandado a Brooklyn y me reuniría con ellos. Puedo obtener información muy valiosa, considérelo.

El Azote os conduce de nuevo al piso de abajo, hasta un armario donde para vuestra sorpresa se encuentra oculta la entrada a un enorme ascensor con capacidad para casi una treintena de personas, sin embargo envía al Malkavian y a la Gangrel por el ascensor normal, para que cojan la moto del primero, ordenándoles quedar con él en la entrada de un garaje al otro lado de la manzana.

El ascensor oculta comienza a descender cuando el Azote pasa una llave electrónica por unos sensores, cuando las puertas se abren de nuevo os encontráis en un pasillo completamente blanco iluminado por tubos fluorescentes, el Azote os conduce hasta una enorme puerta de seguridad, y marca una clave en la cerradura electrónica, no sin antes emplear sus dotes de sangre para hacer invisible la misma junto con su mano y evitar por lo tanto miradas indiscretas.

Entráis en una enorme sala, sus paredes estan completamente llenos con armarios cerrados por barrotes metálicos, al otro lado se encuentra un arsenal de munición y armas, que va desde chalecos antibalas SWAT a ametralladoras ligeras militares, en el centro de la sala están lo que parecen una decena de fornidos ghoul colocándose su armadura corporal de Kevlar y amartillando sus M4 -disculpadme un momento- dice el Azote mientras avanza hacia uno de los armeros de donde saca sendas glock que se coloca en la cintura -pero parece que tenemos una pequeña incursión del Sabbat en el Oeste y voy a ir en persona.

Cita de: Thylzos en 30 de Octubre de 2011, 18:08- Cuando lo consideréis oportuno, podemos partir. Yo no dispongo de ningún medio de transporte, pero supongo que tendremos que ponernos de acuerdo en ese punto. ¿Por casualidad alguno de vosotros ha tratado antes con los Giovanni?

-Yo, pero no creo que nos sea de utilidad. Nunca se sabe por dónde te van a salir.

Violeta recoge tantos números de teléfono como puede. Ella da el número de su línea secundaria, que reserva solo para asuntos profesionales.

Qué tiernos los dos pelirrojos. No les presta especial atención, pero no puede evitar captar algunas palabras. ¿Serán pareja? Quizás familia, a juzgar por el físico.

-Parece que estaremos juntos en esto.-se dirige a Jean en el ascensor de forma casual.

Al pasar por el arsenal observa con preocupación a la cuadrilla del Azote. No parece una incursión tan pequeña.

[Si la escena resulta compatible con lo que ha descrito antes Logan]

Al salir al exterior, Violeta cambia sus gafas de sol por las de alta montaña. Un complemento difícil de combinar, pero que tiene personalizado para ir a juego con el diseño del parasol que saca del bolso. Las lentes son tan oscuras que parecen opacas, y resulta imposible adivinar su mirada con ellas puestas.

Antes de que los grupos se separen, Violeta hace una breve escapada hacia el rincón donde Magnus juega a ser el chico solitario. No está especialmente interesada en él, pero le apetece jugar. A ella, a decir verdad, le encanta que se fijen en ella; no por hacerse la golfa sino porque tiene comprobado que es la forma más rápida de empezar a compartir experiencias con la gente a su alrededor.

Se acercó en silencio a él como la que no quiere la cosa y se apoyó a su lado, levantándose un poco las gafas para ver mejor sus trucos con cartas. Sonrió.

-Cuando escuché de usted que era un Brujo pensé que se referían a otra clase de magia.-bromeó con sencillez.-No me ha dicho su nombre al final.

Carisma + Subterfugio (o lo que a ti te parezca) para flirtear con él.

Recibo la llamada al poco tiempo de colgar. Joder, ya se podía dar tanta prisa siempre que le pido un favor. Datos, datos y más datos que no me sirven de mucho. Nota mental 4: Mandar a Jackie a sacar aun más datos, a ver si así puedo hacer algo con un puzzle gigante. Dios, como odio los puzzles. Muchas de sus piezas están simplemente mal. ¿Quien quiere algo así teniendo un increíble galimatías en cada pizca de aire que le rodea?

-Sígueme, anda... - le digo a la gangrel. Ni siquiera estoy seguro de como se llama-. ¿Eire?

La moto esta en la acera de enfrente. Nadie la ha tocado, lo se y puedo verlo con claridad. El patrón sigue intacto. Compruebo el contenido de la bolsa que cuelga a un lado, aun tengo la segunda videocámara allí junto al equipo de cámaras individuales. Menos mal que siempre lo llevo encima junto al kit de "allanamiento 101". También he traído la protección normal, otro punto para mi previsión. Ahora me doy cuenta de que no llevo cascos...

-Oye, yo no suelo usar casco espero que no te importe - aunque dudo de que te sientas cómoda con uno, pienso para mi-. Vamos, nos estarán esperando a la vuelta de la manzana.

Me remuevo un poco en mi sitio, incómodo. No estoy acostumbrado a hacer tantos trámites, a mí me gusta que me den una misión directa y yo salir y hacerla. Dar tantas vueltas, tener tanta cháchara, acaba minando mi paciencia. Dejo que el Azote se calce el equipo, que no acabo de entender por qué lleva, y le pregunto, intentando mantener la compostura:

- ¿Dónde están los coches? Me gustaría salir pronto a solucionar este tema con los Giovanni. ¿Nos necesitas para algo más antes o podemos salir ya a arreglar esto? ¿Cambia algo en el plan el ataque del Sabbat?

Luego me giro a la estirada, pero parece estar entretenida hablando con el malabarista. Tendré que interrogarla sobre su trato con esos italianos luego.

No hemos salido del edificio y ya nos aparecen problemas. Parece que tendremos una noche muy larga. Sin embargo recaigo en que los dos que se separaron no disponen de esa información y nos esperaran fuera.

-No quiero parecer preocupado, pero ¿el fotografo loco y la pelirroja estarán bien? Sería una pena perderlos antes de empezar con lo bueno...

- Será mejor que empieces a preocuparte por ti mismo - da un paso hacia él - No sé si llevarás viviendo mucho o poco, y tampoco me interesa - aclara - pero neonato o no, ya deberías haber aprendido que o cuidas de tu pellejo o acabas clavado en una cruz invertida viendo el amanecer - dice con un breve deje con sorna - así que te pido por favor que te centres en tu misión. Creo que hablo por todos cuando digo que no necesitamos distracciones. Nadie se va a jugar el pellejo por ti ni nadie se va a preocupar por ellos, excepto, imagino, ese Gangrel, Alexander. - haciendo una breve pausa y tomando un tono un poco más consolador, continua - De todas formas, si te deja más tranquilo, se las apañarán. No han separado nuestras fuerzas de combate por capricho y no creo que hayan escogido a ineptos para llevar a cabo una misión tan importante. Al menos por el bien de todos nosotros y por el de la Camarilla.

El azote se rió, de una forma como solo un Malkavian podía haberlo hecho, desesperada y cargada de desprecio, os heló la sangre -¿misión importante, dices? ¿sabes a cuantos he abrazo en el último mes? te lo diré joven Toreador: un policía, un asesino a sueldo, un contratista de seguridad privada y dos ex-marines, solo ha sobrevivido uno que esta ahora mismo repeliendo un asalto al Este de Queens, habéis sido convocados porque todas nuestras fuerzas de choque estas impidiendo que Francisco de Polonia y más de una decena de manadas se combate del Sabbat, lo que viene a ser un puto ejército, campen a sus anchas por Nueva York, y tengo que acudir con refuerzos a sellar una brecha en Staten Island antes de que aparezcan los jodido Tzimisces así que puede que me equivoque pero por el momento considero todo esto una pérdida de tiempo, desde luego no malgastaría esfuerzos en perseguir a alguien que esta mostrándoles el sol a unos Serpientes de la Luz.

Un silencio incómodo prosiguió a las palabras de Morgan, se sabía que la ciudad estaba bajo asedio pero nunca hubieseis pensado que la situación era tan desesperada.

Cuando el grupo de asalto terminó de equiparse volvisteis al ascensor y este bajo un nuevo piso, las puertas se abrieron en un garaje semivacío, el azote se giró de nuevo hacia vosotros, más calmado -los que vayáis al Bronx metéos en ese  Cadillac Escalade (http://www.renovarcarnet.com/imagenes/Coches%20de%20los%20futbolistas/cadillac_escalade.jpg), es un nueve plazas así que entraréis todos, incluyendo a los guardaespaldas.

-Nosferatu- añadió dirigiéndose a Henry -el Sheriff me ha informado de tu situación, tienes aparcado al girar la esquina un Dodge Charger (http://agenciamedellin.webcindario.com/dodge/08DodgeCharger.jpg), el resto que va al almacén tiene otro Escalade (http://www.renovarcarnet.com/imagenes/Coches%20de%20los%20futbolistas/cadillac_escalade.jpg) preparado, las llaves están puestas y las direcciones en los GPS del coche, repartios.

Tras decir esto os dio su número de teléfono y se montó en un Lincoln Navigator junto con un puñado de ghouls saliendo, a continuación, a toda pastilla por la puerta del garaje.

Alexander entra en el coche el primero para situarse atrás, al lado de la ventanilla. Así se aseguraba no estar rodeado, y quizá hasta poder tomar algo de aire. El coche le pareció horrendo. Habría preferido un millón de veces seguirles a su ritmo. Qué le iba a hacer.

-Si, me llamo Eire, ya lo dije antes
- saco la lengua al malkavian- yo tampoco quiero casco, me gusta sentir el aire en la cara.
Me monto en la moto

-Va ser una noche muy larga - digo bajito-. Espero que quedes bien en plano al menos.

Arranco la moto, hace mucho ruido. No me gusta eso, a veces me hace perder la concentración. La llevo suavemente a la salida del garaje. Justo a tiempo para ver salir un coche a toda hostia. No me parece que sea de los nuestros, así que nos toca esperar.

-Oye, ¿tú y el tio de la mandíbula cuadrada sois familiares?

-Es mi hermano, hacía mucho que no lo veía... No me gusta cuando nos separamos... Maldito zarrapastroso! Siempre callejeando. Dice que me vigila, pero creo que lo dice para que me porte bien.

Me quedo un rato pensativa, y al momento le pregunto al malkavian.

- Tú tienes hermanos?

-Pues vamos allá, cuanto antes terminemos con esto antes tendran que pensar mis superiores otra forma sutil parae librarse de mi.- Digo con fingido entusiasmo. Sin esperar respuesta me dirijo hacia el coche.

-Última opotunidad para que condusca otro... ¿No? Que dios se apiade de nosotros.

-Si y no. Es complicado. Muy complicado. La verdad es que no recuerdo si tenía hermanos en vida - admito un tanto triste, no era un tema en el que me gustara pensar-. Sin embargo, si que tengo una "familia" ahora. Digamos que si yo soy considerado el decimo de mi sire, se puede deducir que al menos tengo ocho hermanos. Aunque en total creo que somos dieciseis, así que supongo que tengo quince hermanos. Y no todos nos llevamos bien, ni siquiera nos parecemos demasiado. No todos somos igual de excéntricos.

En cuanto cierro la boca me doy cuenta de la cantidad de información que acabo de soltar al despistarme. Nota mental 5: No dejarse llevar, la información siempre es poder.

-Joder, ¿pero cuanto se puede tardar en sacar un coche del garaje?

-Si yo tuviera 15 hermanos, haría una escabechina con unos cuantos de ellos... A lo mejor están escogiendo las canciones que cantarán... No, eso no puede ser. Estarán jugándose a las cartas quién conduce. O a lo mejor se han perdido en el garaje.

- James, por favor, ¿te importaría conducir tú? - dirigiéndose al resto - Espero que no os importe, pero ya que nadie parece querer conducir...

- Por supuesto, no te preocupes. Me encargo yo.

Se monta en el asiento del conductor mientras que Jean Paul se monta en el del copiloto. Ambos se abrochan los cinturones.

- ¿Están todos listos, caballeros, damas? - dice James dirigiéndose a los recién montados - Pues en marcha.

Arranca el coche y se dirige a la salida del garaje, donde ve la moto del Malkavian con la chica Gangrel ya esperándoles. Se fijó en ellos y recuerda uno por uno el resto de integrantes del otro grupo. Después, giró la cabeza y miró al resto de integrantes de su equipo. Por un momento, sintió un recomfortable alivio. Tenía una buena compañía y si por lo que quiera que fuese, las cosas salían mal, tenían algunas oportunidades de vivir pensó.

Jean Paul gira la cabeza hacia atrás y aprovecha en el viaje para informar a los pasajeros de la información de que dispone.

- Bueno, no sé si estaréis enterados, pero es mejor que lo sepais. Según la información de mis contactos, nos vamos a mover por una zona peligrosa, ya que entran en conflicto varios bandos y sus zonas de influencia.

Por lo visto, la zona era territorio Setita hasta que Sansericq escapó. Ahora hay un nuevo teniente Giovanni al cargo y se rumorea que el Sabbat está pactando con estos últimos como zona de "descarga" de nuevas tropas. Ya sabéis, el típico intercambio de favores. Hoy por ti, mañana por mí.

Mantened los ojos bien abiertos y tened cuidado. No nos conviene tener altercados - y aquí fijó la vista unos segundos en el Brujah (¿cómo podía haberlo confundido con un Ravnos?) - con los Giovanni y mucho menos si además, están infiltrando manadas de ataque del Sabbat. Seguramente rondarán cerca.

Me monto en la parte de atrás del coche... Así, bien espacioso, que se encarguen la Ventrue y mi compañero de conducir.

Saco la mano por la ventanilla para avisar al malk... a Kurt y a Éire de cuál es el coche que deben seguir.

Mientras espero y durante el viaje, repaso las fotos memorizadas mentalmente intentando sacar algo nuevo.

Inteligencia + investigación (o lo que tú creas) para sacar algo nuevo de las fotos que memoricé.

-¿El azote sabe todo eso? -pregunta Alexander.

- Pues sinceramente no lo sé, es algo de lo que me acabo de enterar hace unos instantes. Aunque son rumores, no información cien por cien confirmada. - y acto seguido soltó irónico - Alegra esa cara, hoy lo veremos con nuestros propios ojos.

Dos vehículos, lujosos ambos. Los colmillos son la única diferencia entre los pasajeros del primero y un grupo de mafiosos. Incluso tienen al típico irlandés pelirrojo montado, que graciosos. Quizá debería estar grabando esto, pero no me fio de darle la cámara a mi compañera, que para algo es bastante cara.

Arrancó la moto de nuevo, esta vez sigo al segundo coche desde el cual me hace una seña el tío de los malabares. En mi mente me ha parecido ver que el primero me daba las luces, pero era solo mi mente jugándome una mala pasada. Vaya día que llevo.

-Bueno, sólo me extrañaba que nos mande a una zona sin avisarnos de que se sospecha que por ahí entran vástagos del Sabbath. Sobre todo cuando hoy está preparando una defensa de la ciudad. Vamos, que igual un sms no había estado de más. Pero yo sólo estoy aquí de escolta, haz lo que veas. Cuanto antes lleguemos, antes comprobamos lo que pasa.

Un Cadillac Escalade negro salió del garaje y emprendió el camino al sur seguido de cerca por una moto con dos extraños personajes, hacía el Norte enfiló la avenida otro enorme todoterreno y poco después un dodge salió rugiendo por la misma puerta en dirección desconocida

A partir de ahora en este hilo solo seguirá Estif con lo que sea que vaya a hacer, a los demás os abriré otro en breve.

Entro en el coche, sin mirar a mis compañeros, pensando en quién puede saber más de todo esto. Podría haber llamado, pero no, tenía que enterarme bien de las cosas, no era un simple jueguecito de a ver quién había metido las narices donde no debía. Era cosa del príncipe, algo serio debía ser.
Llamo por telefono a mis contactos, avisando de que llegaré en breves para que me hablen sobre algo. El garaje está ya vacío cuando me dispongo a partir. Arranco y conduzco rápido.

[No sé si hará falta tirada de Callejeo + nosequé, supongo que sé dónde viven y tal, sino, haz lo que creas oportuno]

Jeff se quedó atónito, mirándote impactado mientras sus manos temblaban levemente, no sabías si a causa de las drogas o de la impresión causada por la dureza del crimen.

-Eeeeso explicaría porque estaban los federales en el puerto- dijo con la voz propia de alguien que había cometido muchos excesos durante mucho tiempo -no se que habrá pasado pero no creo que halla sido nadie del barrio, aquí no hay mala gente.

Con una mirada compasiva de resignación abandoné el lugar, pensando el por qué vine aquí. Me dirijo a las cercanías del puerto, zona anarquista aun, espero pasar desapercibido allí. Había un nosferatu que renegó de la camarilla hace tan solo 20 años, uno de los pocos con los que guardé relación, sabía dónde encontrarle, un cochambroso pub junto a un viejo polígono industrial. Quizá no era una gran fuente de información, pero me interesaba saber el papel que tendrían en todo esto y si estaban implicados. No obstante, estando tan cerca, algo debía saber.
Cuando llegué estaba todo abarrotado de Brujahs y algún Caitiff. Entré en el bar y apenas nadie giró la cabeza para mirarme, aunque pocos ignoraban mi presencia ya allí. Vi a mi contacto en una mesa del rincón, hablando con un haraposo gangrel. Cuando me vio le dijo algo e inmediatamente nos quedamos solos.
Qué hay, Clark.- Digo amargamente. Tras un breve intercambio de palabras le pregunto sobre el caso, susurrando, no me interesaba que me escucharan en todo el bar, aunque poco podía evitar.

-Si, todos hemos oído lo del crimen de los muelles- te respondió meditabundo -pero si te he de ser sincero, a pesar de estropear mi reputación, no tengo ni zorra idea de quien cojones puede haber sido.

La noche estaba siendo totalmente infructuosa en cuanto a pesquisas, llamaste a tu último contacto, tal y como estaban las cosas parecía estúpido darse otro paseo a lo tonto, efectivamente tenías razón, todo el mundo conocía el crimen pero nadie tenía ni la más remota idea de quien ni por qué estaban ocurriendo.

Asqueado me dirijo al almacén, a la espera de encontrarme con el pintoresco grupo que fue allí.